El Hospital Infanta Margarita de Cabra celebra la Semana Santa con menús tradicionales para sus pacientes ingresados
Se ha incluido platos tan emblemáticos como el potaje de vigilia, bacalao con tomate, ensaladilla y postres típicos

El Hospital Comarcal Infanta Margarita de Cabra.
Córdoba - Publicado el
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El Hospital Infanta Margarita de Cabra (Córdoba) ha querido sumarse a la celebración de la Semana Santa de una forma muy especial: a través de la gastronomía. En un esfuerzo por humanizar la atención sanitaria, el centro hospitalario ha preparado un menú tradicional para los días más señalados de esta festividad, Jueves y Viernes Santo, dirigido a los pacientes que, por motivos de salud, no pueden disfrutar de estas fechas en sus hogares.
La iniciativa forma parte del plan de humanización del hospital, impulsado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), y tiene como objetivo acercar a los pacientes ingresados a las tradiciones populares y al calor de sus familias, aunque se encuentren en un entorno hospitalario. “Queremos que nuestros pacientes sientan que, a pesar de estar ingresados, no están al margen de las costumbres de su tierra y de su gente”, destacan desde la dirección del centro.
Durante estos días, los pacientes han podido degustar un menú diseñado especialmente para la ocasión por el servicio de cocina del hospital, que ha incluido platos tan emblemáticos como el potaje de vigilia, bacalao con tomate, ensaladilla y postres típicos de la Semana Santa andaluza, como gajorros y pestiños. Un recorrido por los sabores tradicionales que, además de reconfortar el cuerpo, alimentan el alma.
Cada uno de estos platos ha sido elaborado teniendo en cuenta las necesidades médicas y nutricionales de los pacientes, lo que ha permitido adaptar las recetas sin perder la esencia de la cocina tradicional. El equipo de cocina, formado por profesionales altamente cualificados, ha trabajado mano a mano con los servicios médicos y de nutrición para ofrecer una experiencia segura, saludable y sabrosa a partes iguales.
Esta apuesta por una alimentación de calidad no es nueva en el Hospital Infanta Margarita. De hecho, el centro ha renovado recientemente su certificación de seguridad alimentaria UNE-EN ISO 22000:2018, un reconocimiento que garantiza el cumplimiento de los estándares internacionales en toda la cadena de suministro de alimentos, desde la recepción de materias primas hasta la entrega final de las comidas a los pacientes.
Dicha certificación no solo avala la seguridad de los alimentos servidos, sino también el compromiso del hospital con la mejora continua de sus procesos y con la excelencia en el servicio. “Cuidamos hasta el último detalle porque somos conscientes de que la comida, además de nutrir, puede ser una herramienta muy poderosa para mejorar el estado de ánimo de los pacientes”, señalan desde la cocina del centro.
La respuesta de los pacientes no se ha hecho esperar. Muchos de ellos han agradecido el gesto, valorando no solo el sabor y la calidad de los platos, sino también la intención de hacerles sentir como en casa durante unas fechas tan señaladas. "No me esperaba encontrar potaje y pestiños aquí dentro. Ha sido como un abrazo", comentaba emocionada una paciente de la planta de Medicina Interna.
Con este tipo de iniciativas, el Hospital Infanta Margarita reafirma su compromiso con una atención más humana y cercana, en la que cada pequeño gesto cuenta para mejorar la experiencia del paciente. Y qué mejor manera de hacerlo que con los sabores de siempre, los que conectan con la memoria, la familia y las raíces.
La gastronomía, en este caso, se convierte en un puente entre el hospital y el hogar, entre la rutina clínica y la vida que sigue latiendo fuera. Un potaje, un trozo de bacalao o un pestiño pueden significar mucho más de lo que parece: pueden ser, en definitiva, un bálsamo de cariño en plena Semana Santa.