Investigan una intoxicación alimentaria en Córdoba: 72 personas expuestas en eventos con montaditos de elaboración propia
Hasta el momento, se ha podido contactar con 44 personas afectadas, quienes han experimentado síntomas como dolores abdominales y diarreas
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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La Delegación de Salud y Consumo de Córdoba investiga un caso de intoxicación alimentaria que afecta a 72 personas que participaron en dos eventos celebrados el pasado 4 de enero en un establecimiento de hostelería local. Según María Cruz Gallego, jefa del Servicio de Salud Pública, se ha identificado como causa probable una mala manipulación de montaditos de pringá, el único alimento común en ambas reuniones. Hasta ahora, se ha podido contactar con 44 personas afectadas, quienes han experimentado síntomas como dolores abdominales y diarreas.
Los eventos en cuestión incluyeron una comida y una cena, organizadas en el mismo día y lugar. Aunque no se ha procedido a la clausura del establecimiento, Gallego ha precisado que este reúne las condiciones necesarias para operar, pero no cuenta con licencia de catering. La funcionaria ha subrayado que el alimento sospechoso fue elaborado directamente en el local, descartando que se tratara de un producto industrial comercializado en la cadena alimentaria.
Investigación en curso
El proceso de investigación comenzó el 13 de enero tras una denuncia presentada por dos asistentes a uno de los eventos, quienes reportaron síntomas relacionados con el brote. A partir de esta información, los servicios de Epidemiología del Distrito Sanitario Córdoba llevaron a cabo encuestas epidemiológicas para recopilar datos sobre los afectados y determinar la posible causa.
El análisis preliminar apunta a las bacterias E. coli y Clostridium perfringens como posibles agentes responsables de la intoxicación. Para confirmar esta hipótesis, se tomaron muestras de la comida sospechosa, conocidas como “muestras testigo”, que el establecimiento estaba obligado a conservar dado el número de asistentes. Estas muestras fueron enviadas al laboratorio de Salud Pública de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, el único acreditado para realizar las pruebas necesarias en este caso.
Sin clausura del local
Gallego ha reiterado que, aunque el establecimiento investigado no ha sido clausurado, se están llevando a cabo inspecciones adicionales para verificar posibles malas prácticas de manipulación. “El local reúne las condiciones necesarias para su funcionamiento, pero esto no excluye que puedan haber ocurrido errores humanos o negligencias en la preparación de los alimentos”, ha indicado.
Sobre la posibilidad de repercusiones legales, Gallego ha explicado que, de confirmarse la relación entre el brote y el establecimiento, se abriría un expediente administrativo que podría derivar en sanciones. Sin embargo, ha enfatizado que no se puede emitir un juicio sin contar con los resultados definitivos del laboratorio.
Detalles sobre los afectados
De las 44 personas contactadas hasta el momento, solo tres han requerido atención en centros sanitarios. Entre ellas, se incluye una mujer de 63 años que falleció, aunque Gallego ha aclarado que no se ha establecido una relación directa entre su muerte y la intoxicación. Los casos restantes han sido leves y autolimitados, con síntomas que desaparecieron en uno o dos días.
La jefa del Servicio de Salud Pública también ha explicado que la demora en la denuncia pudo haber complicado la investigación inicial. “Este tipo de brotes suelen notificarse rápidamente, pero en este caso, al tratarse de una situación autolimitada, muchas personas no acudieron a los servicios sanitarios, y el problema pasó inadvertido durante varios días”, ha señalado.
Obligaciones y controles
Según la normativa, los locales que organizan eventos con más de 30 asistentes deben conservar pequeñas cantidades de comida como muestra testigo por un periodo de una semana. En este caso, las muestras estaban congeladas, lo que permitió su análisis incluso después de superar el tiempo estipulado.
Gallego ha insistido en la importancia de estas prácticas para garantizar la seguridad alimentaria y facilitar investigaciones epidemiológicas en casos de brotes. “El sistema de conservación de muestras es clave para identificar la causa de estos incidentes y prevenir su repetición”, ha añadido.
Facua solicita más transparencia
La organización Facua ha solicitado a la Junta de Andalucía que revele el nombre del establecimiento investigado, una petición que las autoridades han rechazado por el momento. Según Gallego, no se puede divulgar esta información sin contar con pruebas concluyentes que vinculen el local con la intoxicación. “No podemos acusar sin fundamento, debemos esperar los resultados”, ha subrayado.
Conclusiones preliminares
Aunque la investigación aún no ha concluido, todo apunta a que unas malas prácticas de manipulación en la preparación de los montaditos de pringá podrían ser la causa del brote. “Si se confirma esta hipótesis, será necesario asumir responsabilidades y tomar medidas para evitar que esto se repita”, ha indicado Gallego.
Mientras tanto, las autoridades sanitarias continúan recopilando información y analizando las muestras para cerrar el caso. Se espera que los resultados finales estén disponibles en los próximos días.