José Estepa: "El esfuerzo en acercar cada día los menús a los mayores supone una gran satisfacción"

Antes de la pandemia muchos usuarios de los Centros de Participación Activa se acercaban a estas instalaciones para almorzar beneficiándose de unos precios bajos gracias a la Junta de Andalucía. Además de los almuerzos son muchas otras las actividades a la que sus socios pueden acceder. Una vez declarada la pandemia todo se acabó. Estos centros se cerraron dejando a muchas personas mayores en sus hogares sin contacto con otras amistades y tampoco con su menú diario.

José Estepa, concesionario de la cafetería del Centro de Participación Activa número 1 en la calle Carbonel y Morand de la capital, nos ha contado que una vez levantada algunas restricciones "los usuarios dejaron de venir por miedo a los contagios. Tuvimos que pensar qué podiamos hacer. Se nos ocurrió comenzar con acercar los menús a los hogares de estas personas y así lo hicmos. Poco a poco vimos superado nuestros almuerzos diarios. Si antes dábamos entre 30 o 40 ahora llegamos a los 70 diarios".

Como otros muchos negocios tuvieron que reinventarse, y para ello no había más remedio que invertir. "Desde ese momento empezamos a buscar proveedores para los envases que usamos a diario, al igual que compramos neveras y todo lo necesario para el transporte, y eso incluía motocicletas, porque es lo más rápido y accesible a la hora de entregar cualquier pedido".

Aunque el beneficio es menor ahora que antes, porque deben soportar el coste de envases y transporte, "merece la pena. Es muy gratificante porque cada usuario es como parte de nuestra familia. Todos los días recibimos llamadas para preguntarnos qué tenemos de primer, segundo y de postre y a continuación realizan el pedido."

Después de tantos días trabajando de esta manera son muchas las situaciones a las que se tienen que enfrentar. "Cuando llamamos al timbre de una casa y nadie responde nos preocupamos. Nos hemos encontrado situaciones de todo tipo como aquel en la que persona no abre la puerta porque se ha caído no y puede levantarse. Para nosotros cada usuario es uno más de la familia y lo pasamos mal en muchas ocasiones", asegura José Estepa.

En la cocina se encuentra Inmaculada Pintor que cada día bien temprano se pone manos a la obra. Desde primera hora prepara con amor y cariño cada ración y eso bien lo saben todos los usuarios que disfrutan de sus platos. También Maribel Muñoz pone su corazón, arte y salero cada vez que alguien se le acerca o bien atiende por teléfono. Los repartidores, Victor González y Jesús Rodríguez, que se conocen a la perfección cada ruta y lo que necesitan en cada momento. Y José Estepa, el corazón de este equipo, que en su lucha diaria, está empeñado por llevar no solo menús a cada uno de estos hogares, también cariño y comprensión, algo de lo que este mundo carece.

Tal vez esto no sea algo casual, y una vez despertemos de esta pesadilla como es la pandemia, los pedidos continúen, porque para muchos usuarios supone un gran esfuerzo salir de sus hogares cada día. En invierno con el frío, en verano con el calor, y con la acumulación de años con las dificultades en la movilidad. De una u otra manera, en los Centros de Participación Activa, muchas personas encuentran no solo activades y comida, también relaciones humanas y mucho cariño.

SOBRE LOS CENTROS DE PARTICIPACIÓN ACTIVA

Son centros de promoción del bienestar de las personas mayores tendentes al fomento de la convivencia, la integración, la participación, la solidaridad y la relación con el medio social, pudiendo servir, sin detrimento de su finalidad esencial, de apoyo para la prestación de Servicios Sociales y Asistenciales a otros sectores de la población.

Pueden participar en ellos todas las personas mayores de 60 años o menores que sea cónyuge o pareja de hecho del socio. Excepcionalmente, aquellso que sin cumplir el requisito de la edad sean pensionistas, o reúnan determinadas circunstancias personales que deberán se recogidas en el Reglamento de Régimen Interior del centro.