Los regantes de Córdoba indignados por el incremento de las tarifas del Guadalquivir

Los regantes de Córdoba ha recibido con sorpresa e indignación, la propuesta de incremento de tarifas y cánones para los embalses Breña II y Arenoso, para el próximo año 2025. Esta iniciativa, presentada por el organismo de cuenca y trasmitida a través de la sociedad pública estatal ACUAES, ambas entidades bajo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, liderado por Teresa Ribera, representa un aumento del 45% respecto a las tarifas de 2024, elevando el canon de regulación a 51,5 euros por hectárea.

Este incremento triplica las tarifas de hace una década, que eran de 18,65 euros por hectárea en 2014. El precio del agua propuesto para los regantes del Guadalquivir alcanzará los 0,59 euros por metro cúbico, una cifra que los regantes consideran excesiva si se compara con el coste del agua desalada en el Levante español, suministrada por ACUAMED, que se sitúa entre 0,35 y 0,45 euros por metro cúbico. Los regantes critican que una administración pública proponga un precio superior para el agua superficial convencional en comparación con el agua desalada, que requiere un costoso proceso de tratamiento.

El coste anual de ambos embalses para los regantes del sistema de regulación general del Guadalquivir ascenderá a 17 millones de euros, una cifra desproporcionada en relación con el volumen de agua aportado, que en 2023 fue de apenas 29 hectómetros cúbicos. En Córdoba, más de 80,000 hectáreas se verán afectadas por este aumento, con una repercusión económica superior a los 4,12 millones de euros. La estación de bombeo de Breña II, que inicialmente se estimaba que elevaría 100 hectómetros cúbicos por año, apenas está elevando 20 hectómetros cúbicos anuales.

A pesar de esto, los regantes están soportando los gastos de amortización y explotación como si la estación estuviera funcionando a plena capacidad. Pedro Parias, secretario general de Feragua, declaró que "sería razonable que la repercusión de los gastos de la Estación de Bombeo se acompasara a su entrada en servicio efectivo al 100%, pero no soportar el 100% de los costes cuando solo aporta el 20 % de los recursos planificados en el diseño".

Además, los regantes están enfrentando un sobrecoste de tres millones de euros debido al IVA, que se aplica por la intermediación de ACUAES en la gestión de los embalses. Este hecho ha sido calificado por los regantes como un "atraco tributario", dado que más del 90% de la factura de ACUAES corresponde a la amortización de la inversión, a la cual se añade un 21% de IVA. Otro punto de controversia es el plazo de amortización excepcional de 25 años para estos embalses, en contraposición a los 50 años que se aplican al resto de embalses de similares características en España.

Esta situación representa un agravio comparativo flagrante para los regantes del Guadalquivir. Mientras que el coste de explotación medio anual de los embalses gestionados por la CHG es de aproximadamente 250,000 euros, el coste de explotación de los embalses gestionados por ACUAES asciende a 813,000 euros, más de tres veces superior. Feragua lleva años denunciando este mayor coste de explotación. Ante esta situación, Feragua exige la rectificación de la propuesta para 2025 y la gestión directa de Breña II y Arenoso por parte de la CHG, así como la ampliación del periodo de amortización a 50 años.

Según Feragua, cada uno de estos embalses está costando 26 euros por hectárea, mientras que la media del coste de los 18 embalses de la Regulación General es de 2 euros por hectárea. Pedro Parias concluyó afirmando que "esto es un verdadero atraco de la administración hidráulica a los regantes, que exige la toma urgente de decisiones por parte de los responsables políticos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico", sugiriendo incluso que los regantes podrían considerar un impago colectivo si no se modifica la propuesta presentada en las recientes Juntas de Explotación celebradas en Jaén, Granada, Sevilla y Córdoba.