ANALISIS
Los cortes de luz tampoco ponen de acuerdo a los partidos políticos
El mayor problema, junto a la pandemia, de la ciudad de Granada sólo consigue enfrenar a las formaciones políticas
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Los cortes de luz en Granada llegan a la ONU
Granada - Publicado el - Actualizado
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Que pasen las navidades sin luz o que tengan que recurrir a salir a la ventana cuando hay sol para calentarse, sólo ha provocado que las diferencias entre las fuerzas políticas se acentúen. Los vecinos de la zona norte de Granada asisten helados e indignados a otro esperpento que prueba la enorme diferencia que hay entre las necesidades de las personas y la escasa capacidad de la clase política para darles solución. Los esfuerzos de algunos colectivos como las parroquias de la zona norte y del defensor de la ciudadanía han provocado una espectacular respuesta de las administraciones que se ha quedado en eso: espectáculo. Es triste comprobar un día tras otro como quienes deberían poner una solución inmediata a esta crisis, sólo utilizan las flaquezas de las otras administraciones para intentar sacar algún voto. Es muy triste palpar la hipocresía con la que dicen actuar en nombre de los vecinos pero sin llegar a ningún puerto. El barco sigue a la deriva y las causas siguen encima de la mesa y calentándose con el dinero de todos los vecinos de esos barrios. Si la causa es el cultivo de la marihuana habrá que actuar con contundencia porque de poco o nada va a servir que ENDESA ponga miles de trasformadores nuevos si lo único que se va a conseguir es aumentar la porducción de droga. El análisis es agotador y mucho más desesperante la falta de soluciones. No hay derecho a que colegios enteros se queden sin luz. No hay derecho a que vecinos mayores pasen las noches ateridos de frío. No hay derecho a que familias enteras tengan que estar pendientes de la hora de corte sin televisión ni electrodomésticos. No hay derecho a que cada mes paguen el recibo de un servicio que no se les presta. No hay derecho a que sea una administración pública la titular de muchas viviendas que están sirviendo para el cultivo de una droga. No hay derecho a que los niños crezcan en ese ambiente. No hay derecho a que se utilice ese dolor y ese sufrimiento. No es verdad que tenemos lo que merecemos. Cada uno de esos hogares tiene el derecho a que se le defienda. Pero de verdad.