Así era la tortilla de patatas en su origen: al horno y sin patatas

Se trata de un libro escrito por Ana Cordero en el que explica que “en el siglo XVIII había mucha hambre en España, y en Extremadura había un hacendado que se llamaba José de Tena Godoy y Malfeito que tenía un amigo, el Marqués de Robledo, y ambos estaban muy preocupados por crear un alimento que pudiese paliar el hambre que había en la región, por lo que hicieron experimentos y José de Tena Godoy trajo muchas plantas, plantó muchos árboles frutales… estaba muy implicado, y entre los dos pensaron cómo crear un producto que fuese barato y fácil de hacer para acabar con el hambre". Una comida rápida y destinada a personas humildes. La imaginación de los habitantes de la localidad de Villanueva de la Serena se puso en marcha y lograron los cimientos de un plato imprescindible en los hogares españoles. Una pieza esencial además en los aperitivos.

Explica la autora que “en uno de esos experimentos terminaron mezclando harina de patata con harina de trigo, y en una de las ocasiones terminaron quitando el trigo y mezclando la harina de patata con huevo y lo frieron”. Pero sucedió que el precio del trigo empezó a subir por lo que eliminaron la harina de trigo y utilizaron la harina de patata con huevo, frito en una sartén. Pero en esas fechas no se freía, se horneaba. De ahí sacamos la primera fórmula de tortilla de patatas documentada por el CSIC. Fue el paso del tiempo lo que determinó que esa harina de patatas rallada se sustituyera por patatas troceadas. Se mezcló con huevo y se freía en aceite. De ahí sacamos nuestra tortilla de patatas.

El genio de José de Tena Godoy

En toda esta historia es esencial la figura de José de Tena Godoy y el marqués de Robledo. Según Ana Cordero “a la Extremadura José de Tena Godoy llevó muchas variedades de patatas, y aún hoy en Badajoz hay muy buena patata. Se cultiva la kennebec, que es una variedad muy buena y es muy típica en Galicia. La monalisa, que es típica de Navarra, también es muy buena para la tortilla”. Aunque apunta que “para la tortilla las más comunes son la spunta, la kennebec, la monalisa”

En cuanto al huevo, hay que tener en cuenta que no faltaban en los hogares gallinas. Y se echaría huevo “a ojo de buen cubero”. Ella recomienda “que también lo cuento en el libro, es que por un puñado con la mano, que equivaldría a una patata, le echo dos huevos”

La cebolla vino después

Aunque a Ana Cordero le gusta la tortilla con cebolla, señala que en su origen esta hortaliza no formó parte de la receta del siglo XVI. Hay grandes cocineros como Dabiz Muñoz que también se ha pronunciado sobre el asunto, hay que reconocer que es un elemento de debate nacional.

La escritora señala que “eso ya depende los gustos de cada uno, aunque le da un gusto más dulzón, o un poquito picante, según como sea la cebolla”

50 recetas diferentes de tortilla

Pescado, almejas, todo tipo de salsas... la tortilla de patatas se plega a los intereses de cualquier personas. Por ejemplo, Ana Cordero nos habla de lo que sucede en Extremadura donde se mezcla la tortilla con pimiento, calabacín y berenjena.

Tomás de Zumalacárregui

Hay quien sitúa el nacimiento de la tortilla en 1835 y al general Tomás de Zumalacárregui como el inventor en las guerras carlistas, como una forma fácil de alimentar a sus soldados. Aunque ya en 1767 José Antonio Lacárcel en el enciclopedia “Agricultura general y Gobierno de la casa de Campo” señala que la patata se utilizaba en aquella épica en “guisos y tortillas”. Sigue, pues, abierto el debate.