El pueblo de Granada que estuvo casi 200 años en guerra con Dinamarca: casi deja a España fuera de la OTAN
Su historia ha provocado que incluso escriban un documental sobre el conflicto con el país escandinavo: la decisión fue de un vecino del pueblo

La Plaza Mayor de Huéscar
Madrid - Publicado el
3 min lectura
Mientras España afianza su papel en la OTAN y en la Unión Europea como un socio estratégico, comprometido con la seguridad y la cooperación internacional, una historia insólita del pasado regresa para recordarnos que, a veces, lo anecdótico puede rozar lo diplomáticamente delicado.
Y es que hubo un momento, no tan lejano, en el que una curiosa guerra olvidada entre un pequeño pueblo andaluz y Dinamarca estuvo a punto de complicar el ingreso de España en la Alianza Atlántica.

Se trata de un episodio curioso en la historia entre España y Dinamarca
HUÉSCAR, EL PUEBLO QUE CASI ORIGINA QUE ESPAÑA NO ENTRE EN LA OTAN
Puede parecer una historia inventada, pero ocurrió de verdad: Huéscar, un municipio de Granada con apenas 8.000 habitantes, estuvo oficialmente en guerra con Dinamarca durante 172 años. Y no fue hasta 1981 cuando se firmó la paz. Lo más sorprendente: ningún disparo, ni bajas, ni enfrentamientos. Solo el olvido… y un poco de sentido del humor.
Todo comenzó en 1809, en plena vorágine de las guerras napoleónicas. En ese momento, Dinamarca era aliada de Francia, mientras que España vivía un complejo cambio de alianzas tras ser invadida por las propias tropas napoleónicas. El conflicto europeo dio lugar a una reacción local en Huéscar: el Ayuntamiento de la época, en un gesto simbólico de resistencia, declaró formalmente la guerra a Dinamarca.

No, no es broma: este pueblo estuvo oficialmente en guerra con Dinamarca
Lo curioso es que, una vez terminadas las guerras napoleónicas y vuelta la calma a Europa, nadie se acordó de aquella declaración. La guerra nunca se dio por finalizada, ni se firmó la paz oficialmente. Y así pasaron los años, las décadas y los siglos, con Huéscar técnicamente enfrentado a un país con el que jamás tuvo contacto militar real.
el accidente que propició que se acordasen... de que estaban en guerra
La historia volvió a salir a la luz en 1981 gracias a un hallazgo casual. Vicente González Barberán, archivero municipal de Huéscar, descubrió un viejo documento que proclamaba la guerra a Dinamarca, con instrucciones tan altisonantes como “atacar a las fuerzas danesas donde se hallen” o “vengar los insultos recibidos”.
La noticia saltó a los medios y se convirtió en un fenómeno curioso, tanto nacional como internacional. Pero más allá de la anécdota, la historia cobró un giro inesperado: España estaba en plena negociación para entrar en la OTAN, y algunos juristas señalaron que este conflicto sin resolver, aunque simbólico, podía suponer un problema diplomático.

El archivero de Huéscar descubrió la declaración años después
Lejos de tomarlo como una ofensa, Dinamarca respondió con elegancia y simpatía. En noviembre de 1981, se organizó una ceremonia oficial en Huéscar con tintes tanto diplomáticos como festivos. Se firmó el tratado de paz y, de paso, se celebró un hermanamiento entre Huéscar y la ciudad danesa de Kolding.
El embajador danés en España, Mogens Wandel-Petersen, y el representante español, José Antonio de Yturriaga, fueron los encargados de cerrar oficialmente uno de los conflictos más largos (e inofensivos) de la historia. La celebración incluyó comida, vino y hasta un toque teatral: un periodista danés fue “detenido” simbólicamente al intentar cubrir en exclusiva la firma del armisticio.
Lo que pudo haber sido un obstáculo burocrático para la entrada de España en la OTAN se resolvió con buen humor y diplomacia. Hoy, esta historia es un ejemplo perfecto de cómo el pasado puede influir en el presente, aunque sea de forma inesperada. También nos recuerda la importancia de revisar los archivos, incluso en los pueblos más pequeños, porque nunca se sabe qué puede aparecer entre los papeles polvorientos.