"España, siéntate ya...!"

Anoche, se jugó el partido Barcelona -Real Madrid, con el temor de que los CDR provocaran graves incidentes y tuviera que suspenderse.

Sin embargo, el encuentro transcurrió con “normalidad”, si se puede considerar normal que el C.F Barcelona permita colgar, dentro del Estadio, una pancarta gigante con el lema político: “¡España, siéntate a hablar!. 

O, por ejemplo, que el juego se viera interrumpido, unos minutos, para retirar del césped decenas de pelotas amarillas, lanzadas desde la grada al grito de: ¡Libertad!. ¡Libertad...!

Pero los incidentes violentos de terrorismo urbano, se produjeron al final de los 90 minutos, cuando la gente salía del estadio y las televisiones estaban sin materia prima. 

Entonces apareció el “tsunami democrático”, la plataforma catalana impulsada por la sociedad civil, quemando contenedores y haciendo barricadas, dejando un balance de medio centenar de heridos y una decena de detenidos por los Mossos. 

"Un Tsunami contra el fútbol"

Un tsunami es una tormenta que lo arrasa todo a su paso, justo lo contrario de lo esencia de lo democrático, que significa convivencia, acuerdo, respeto, instituciones sólidas, seguras...

Una palabra (tsunami) niega a la otra (democrático). En el titulo del movimiento civil hay una contradicción, tan imposible, como la de ERC negociando la investidura de Sánchez. 

El Proces ha actuado de manera muy destructiva en la sociedad y en la política catalana, con derivadas en el resto de España. 

Ayer, las olas del Tsunami llegaron hasta las puertas del Camp Nou, con casi cien mil espectadores. 

Lo cual supone un paso muy grave, al querer llevar sus problemas políticos al plural mundo del futbol, es decir, un tsunami, un latigazo, contra el deporte rey.

Pienso que, después de lo de anoche, el “tsunami democrático”, en lugar de profundizar en las “olas” del desorden y la irracionalidad, sería el momento de recuperar el sentido de la proporcionalidad y, a poder ser, la cordura y la sensatez democrática. De verdad. No de mentira. ¡BUENOS DÍAS!