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En el ocaso del domingo los españoles salimos a los balcones a aplaudir a nuestros héroes y heroinas de batas blancas y verdes. Quizás lo hicimos con más fuerza e intensidad que otros días.
Hora y media después, muchas familias apagaban las luces de sus casas y volvían a salir, con las linternas de los moviles encendidas, a rendir homenaje a las víctimas fallecidas por el coronavirus.
Así era el final de un domingo de frenesís, en plena exaltación de noticias antipáticas, como fue de la decisión de prolongar el Estado de Alarma 15 días, hasta después de Semana Santa.
El domingo lo comencé escribiendo el BD. Al salir del despacho, once de la mañana, m encontré que mis vecinos del quinto habían decidido reaccionar a la noticia de la ampliación del confinamiento con la canción de los Chichos, a todo voliumen : “¡Libre, libre, quiero ser, quiero ser libre...”.
Me voy al salón de casa y abro el móvil. Abro Facebook, unos, critican la noticia; otros, en cambio, se muestran resignados y muchos afirman: ¡Yo me lo esperaba...! ¿Tú no?. A pesar de todo: ¡Resistiremos!.
No sé como estaría vuestro Whasapp, pero el mío echaba humo. El debate era tenso e intenso. Un momento de tantísimo ruido, opiniones contrapuestas, que uno tiene que decir: ¡Para, para..!, que necesito pensar a dónde vamos con otros quince días de cuarentena: ¿Seré capaz de aguantarlos...?.
Con el móvil apagado, pongo la tele y veo unas escenas emocionantes que me suben la moral y me invitan a seguir resistiendo para seguir viviendo.
Se trataba de un grupo de médicos y enfermeras, del Hospital Clínico de Madrid, celebrando con aplausos y felicidad, la salida de la UCI de un paciente recuperado. ¡Qué bonito es ver tanta humanidad!.
Termino con unos versos de León Felipe, propios para el histórico momento: “Somos como un caballo sino memoria /Somos como un caballo /Que no se acuerda ya /de la última valla que ha saltado.
Venimos corriendo y corriendo /por una larga pista de siglos y obstáculos.../Y nadie sabe cuantas veces hemos saltado para llegar aquí, ni cuantas saltaremos todavía/ Para llegar a Dios que está sentado / al final de la carrera... ¡Esperándonos!”
Amigos, resistiré, resistiré, otros quinces días más... ¡BUENOS DÍAS!.