Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Los populares, después de la debacle del domingo, necesitan recuperar lo más rápidamente la confianza del electorado de centro derecha que depositó su voto en contenedores similares, pero con distintos color.
La tarea es urgente, porque las elecciones municipales, regionales y europeas son el 26-M. O sea, ya.
¿Cómo acercarse a quien ha cambiado su voto porque descree y desconfía de la formación política de toda su vida?.
Lentamente, poco a poco. ¿No digas eso? - me dirán los responsables -. Si, si. Necesita tiempo.
¿Sólo tiempo...?. No. También un mensaje de cambio. Al ex-votante no le sirve la continuidad sino el cambio.
Debe haber algo distinto en el escenario de los populares para que, poco a poco, vuelva a confiar. Si todo sigue igual: no confía. No volverá a la casa del padre.
El cambio (ya iniciado) puede ser en las ideas, en las personas, en el estilo, en la forma de hacer política, en la comunicación o donde sea. Pero, quien ha perdido la confianza debe percibir una perspectiva de cambio.
“RECUPERAR LA CONFIANZA”
Pero el tiempo y el cambio no es lo único. Hay más. El votante tiene que percibir una gran coherencia entre las palabras y la realidad. El candidato debe afirmar su credibilidad no tanto con lo que dice sino con su propia vida y con sus propias acciones.
Por eso, no se pueden extrapolar los resultados de las generales a las locales, donde predomina la vida y la forma de ser del candidato.
Acciones, realidades, vida...esa es la clave. Como dice el lema político tan usado: “pocas palabras y muchas obras”.
Los populares se enfrentan al mayor reto de historia: recuperar la confianza, la ilusión y la esperanza de millones de electores que, quizá, están viviendo un duelo, tras la derrota del domingo.
Ya han pasado unos días. Los populares deben superar el shock, porque su historia, su presente y su futuro lo avalan para positivo que sus dirigentes y militantes no tengan ningún complejo de inferioridad ante nadie.
Al contrario, en los cuarenta años de democracia, ha sido un partido fundamental en el devenir político, económico y social de España.
Por tanto, los candidatos populares de las elecciones del 26-M tienen la obligación de salir a ganar.
Eso si, con mucha humildad, pero con una actitud positiva, derivada de una buena valoración de si mismo. (Autoestima).
El reto es muy ambicioso: En la campaña, comunicar bien los mensajes, para persuadir al “Hijo Prodigo” (votante que se fue de su casa paterna) para que vuelva otra vez a la casa del Padre (PP). Y, con él, celebrar la gran fiesta de la democracia.
España necesita la fortaleza del Partido Popular. No lo olvidemos.
¡BUENAS TARDES!