La importancia de la estética en la lucha contra el cáncer en la mujer

Perder el cabello, someterse a una mastectomía o ver cambios en la piel son algunas de las transformaciones físicas que afrontan muchas mujeres durante el tratamiento contra el cáncer. Más allá del impacto médico, la imagen personal juega un papel crucial en la recuperación emocional, influyendo en la autoestima y la calidad de vida de las pacientes. En los últimos años, técnicas como la reconstrucción mamaria, el tatuaje del pezón y la micropigmentación de cejas han cobrado protagonismo, demostrando que el bienestar estético también forma parte del proceso de sanación.

El jefe del servicio de oncología del Hospital Juan Ramón Jiménez, Juan Bayo, destaca que cada vez se presta más atención a la parte estética dentro del proceso de recuperación. "La reconstrucción mamaria y el tatuaje del pezón han evolucionado notablemente, permitiendo que muchas mujeres recuperen su imagen corporal sin necesidad de someterse a nuevas intervenciones quirúrgicas", explica el especialista.

Durante años, la única opción para la reconstrucción del pezón tras una mastectomía era una cirugía plástica con injertos de piel, un procedimiento que, aunque efectivo, requería pasar nuevamente por el quirófano. Sin embargo, hoy en día las técnicas de micropigmentación y tatuaje en 3D permiten lograr un resultado natural sin necesidad de una nueva intervención. "Es una alternativa segura y sencilla, con un acabado estético excelente", afirma Bayo, quien destaca que muchas pacientes prefieren esta opción para evitar más operaciones.

Pero la estética no se limita solo a la reconstrucción mamaria. La pérdida de cabello, cejas y pestañas es otro de los efectos secundarios que afectan la autoestima de las mujeres en tratamiento oncológico. "Cada vez más pacientes recurren al maquillaje terapéutico o al microblading para restaurar sus cejas, algo que las ayuda a sentirse mejor consigo mismas", señala Bayo.

Diversos estudios han demostrado que la percepción de la propia imagen juega un papel fundamental en la recuperación emocional de las pacientes. "Sentirse bien físicamente aporta seguridad y mejora la calidad de vida", explica el oncólogo. Por ello, los especialistas insisten en que el cuidado estético debe formar parte del abordaje integral del cáncer.

Además, la investigación sigue avanzando en la búsqueda de nuevos enfoques que permitan mejorar el tratamiento y la recuperación. Huelva se ha convertido en un referente con la creación del mayor biobanco de leche materna del mundo, gracias a la colaboración de más de 200 mujeres. Este recurso permitirá estudiar marcadores moleculares en la leche materna para el diagnóstico precoz y el desarrollo de tratamientos personalizados para el cáncer de mama posparto, un tipo de cáncer que afecta a entre 80 y 100 mujeres al año en la provincia.

Con iniciativas como esta, Huelva no solo apuesta por la prevención y el tratamiento del cáncer, sino que también refuerza la importancia del bienestar emocional de las pacientes, demostrando que la estética es una parte fundamental en el proceso de recuperación.