La relación de Blas Infante con este pueblo de la costa de Huelva

Para la gran mayoría de los andaluces, Blas Infante es una figura de gran importancia y calado en la idiosincrasia andaluza. De sobra son conocidas sus etapas en Málaga, Sevilla o Córdoba, pero lo cierto es que el Padre de la Patria Andaluza tiene una vinculación muy fuerte con uno de los municipios más importantes de la costa de Huelva: Isla Cristina.

La población pesquera, conocida popularmente como La Higuerita, fue el hogar de Blas Infante entre 1922 y 1931. Un periodo que él mismo denominó como "sus años de soledades isleñas".

El investigador y divulgador local Vicente López Márquez explicó que Infante llegó a Isla Cristina en 1922, tras ser invitado por el entonces alcalde Ramón Pérez Romeu a impartir una conferencia en el Teatro de Isla Cristina. Impresionado por la vitalidad cultural y económica de la ciudad, Infante decidió permutar su notaría en Cantillana por la de la entonces Real Isla de la Higuerita, estableciéndose inicialmente solo y, posteriormente, en 1923, junto a su esposa.

Durante su estancia en la localidad, Blas Infante se sumergió en la vida cultural y social, alejándose en cierta medida de la política activa. Fue miembro del Ateneo de Isla Cristina, desde donde promovió iniciativas como la gala de exaltación de la mujer andaluza y campañas en defensa de los animales. Su compromiso con el bienestar animal llevó al alcalde a promulgar en 1924 una normativa municipal que prohibía el maltrato animal en público, incluyendo la celebración de corridas de toros y el tiro al pichón, normativa que sigue vigente en la actualidad.

En el ámbito personal, Infante y su esposa vieron nacer en Isla Cristina a dos de sus hijas: Luisa, en 1928, y María de los Ángeles, en 1930, quien posteriormente presidió la Fundación Blas Infante. La familia residió en una casa ubicada en la calle Diego Pérez Pascual, conocida anteriormente como calle Real, que en 2009 fue adquirida por el Ayuntamiento de Isla Cristina y cuya rehabilitación comenzó recientemente.

López Márquez subrayó que, aunque esta etapa de la vida de Blas Infante es menos conocida, fue un periodo de gran felicidad y productividad para él. Además de su labor notarial, Infante escribió obras literarias y realizó viajes significativos a lugares como Al-Mutamid, en Marruecos, en busca de la tumba del último rey de Sevilla, y a Silves, en Portugal. Su legado en Isla Cristina es motivo de orgullo para los isleños, quienes continúan recordando y honrando su contribución a la cultura y la identidad andaluza.

En conmemoración de su influencia, el municipio de Casares, lugar de nacimiento de Infante, celebra la Semana de los Símbolos Andaluces, que incluye actividades como teatro, conferencias y conciertos, destacando la importancia de su figura en la historia de Andalucía.

La vida y obra de Blas Infante continúan siendo objeto de estudio y reconocimiento, reflejando su dedicación a la identidad andaluza y su compromiso con la justicia social y cultural de la región y, también, de Isla Cristina.