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“Los Oscar han sido una gala de sorpresas porque 'Anora' se ha llevado 5 premios. Lo que esperaban para otras se lo ha llevado esa película”
El análisis de la actualidad en el monólogo de Carlos Herrera de este lunes 3 de marzo de 2025
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Señoras y señores, me alegro, buenos días.
Es lunes, es 3 de marzo, son las 8 de la mañana, son las 7 en Canarias, y aquí tenemos una suerte de tardo invierno. El invierno no se ha ido, le quedan 15 días y pico, pero la verdad es que está dándolo todo al final. Se esperan nevadas en zonas montañosas en la mitad norte, hay alerta por lluvias en el este de la península y en Andalucía. Ayer las lluvias se hicieron de lo suyo en Murcia, las nevadas en Castilla y León, y con eso nos entretenemos, con marzo marceando.
Cuando marzo mallea, luego ya sabe lo que pasa en mayo. Ahora marzo está marceando, veremos por cuántos días, pero esto parece que no va a ser cosa de uno o de dos, como ya nos contó Maldonado.
Vamos a ver primero los Oscar. Los premios Oscar han sido una gala de sorpresas, porque una película que se llama 'Anora' se ha llevado 5 Oscars, lo que esperaban para otras se lo ha llevado esa película. ¿Y la película qué tal es? Pues no lo sé. Si le sirve de referencia a María José Navarro no le ha gustado nada. Pero ella reconoce que también, como yo, se quedó en 'Abuelo made in Spain', en lo del cine.
Y a partir de ahí, yo recuerdo haber visto, no sé si 'Tiburón', y '2001, Una odisea del espacio'. Así que mucho criterio cinematográfico no tenemos. Pero bueno, enhorabuena a los triunfadores.
Esta mañana, si quieren hablamos de cómo está el mundo, porque el mundo está pegando bandazos, que a veces parecen simples calentones de testosterona, pero seguramente son algo más.
LA BRONCA TRUMP-ZELENSKI: INFINIDAD DE LECTURAS
La escena del viernes en la Casa Blanca, esa escena de matonismo, arrogancia, despotismo, esa ceremonia calculada para humillar a Zelenski, digamos, está suscitando una infinidad de lecturas desde los que la celebran, asegurando que Estados Unidos por fin ha despertado de su letargo, los que aseguran todo lo contrario, que los malos modos, las encerronas premeditadas, las humillaciones en público, la apología de la ley del más fuerte, solo hace demostrar que Estados Unidos está con la rabia del que sabe que le han comido la tostada y que el ascenso de China ya no lo para nadie.
Ayer, digamos que los países europeos diseñaron en Londres una propuesta para poner fin a la guerra de Ucrania, fue una reunión muy bien intencionada, pero desde luego un tanto amorfa.
De la noche a la mañana no se obtiene consenso, capacidad militar, capacidad industrial para los ejércitos y esas cosas. Se tarda tiempo en poner la maquinaria. La cumbre la auspiciaron Reino Unido y Francia.
¿Los europeos qué buscan? Reconducir la situación después de la cena del viernes, del encontronazo diplomático entre Trump y Zelenski, hay que reducir la situación con un plan que cuente como primer punto un acuerdo con Estados Unidos y conseguir que Trump no se desentienda por completo del futuro de Ucrania.
Para ello los europeos y Ucrania no se han ido a la cesión a Rusia de los territorios ocupados, que no tiene vuelta de hoja, y la renuncia de Ucrania a integrarse en la OTAN, que tampoco tiene vuelta de hoja.
Digamos que ya se asume que la paz no va a ser justa, pero si se pretende que al menos sea duradera, pues alguna cesión va a haber que hacer. Por eso el texto se centra en lo que más preocupa a Zelenski, que es la cuestión de las garantías, una vez firmado el acuerdo de paz, el alto de fuego.
Por ahí empezó la bronca de la Casa Blanca, porque Zelenski insistió en explicar a Trump y a Vance la necesidad de exigir a Rusia garantías de que no va a volver a atacar a Ucrania.
El plan contempla una tregua de un mes en todos los frentes, un acuerdo entre Ucrania y Estados Unidos para la explotación de tierras raras y recuperar una vieja fórmula, la coalición de países voluntarios para participar en la misión de paz para Ucrania.
Serían los europeos, en principio británicos, y otros países los que se desplegarían y se está negociando que respaldo podría dar Estados Unidos a esa misión de paz.
Y entonces Europa tiene que comprometerse a destinar más dinero y armas a Ucrania, endurecer las sanciones contra Rusia para ver si así Ucrania puede resistir militarmente el tiempo que tarden en firmar esos acuerdos.
aqcuerdo sujeto con alfileres
Y esto es lo que salió de la reunión de ayer en Londres, pero todo sujeto con alfileres. De hecho, el único dirigente que compareció en rueda de prensa fue el premier británico Starmer. Reino Unido es el único país que ha levantado el dedo para enviar soldados a Ucrania. ¿Quién más estará en esa coalición? ¿Estarán los españoles? Sánchez se pone de perfil, no dice nada.
En Londres le dio un abrazo a Zelenski, que casi lo asfixia. Vamos, ni a Begoña le da esos abrazos.
Pero sobre todo la participación de España en esa fuerza de paz sobre un posible aumento de nuestro gasto militar es un tema en el que el presidente del gobierno no dice nada, le pega pellizcos de monja a Trump, como hizo este fin de semana, lo justo para sacar rédito de todo ello en la política interior, pero sin que se entere el americano.
No vaya a ser que un día Trump se entere y se descuelgue diciendo que Ceuta y Melilla deberían ser marroquíes. Que no les extrañe nada. Y a ver qué hacemos entonces.
Mark Rutte, el secretario general de la OTAN y el principal valedor de los intereses de Trump en Europa, dijo ayer que algunos países asistentes a la reunión de Londres han anunciado incrementos de gasto militar, pero que otros serían los que lo anunciarían en breve.
¿Está España entre ellos? En una reunión de embajadores hace poco Sánchez aseguró que no iba a compartir, ni alentar una deriva militarista, bla, bla, bla. Ya me dirán ustedes qué hacemos.
¿Debería haber un debate parlamentario monográfico en el que el gobierno nos informara de la situación, de sus planes? Pues seguramente. Pero Sánchez no tiene más plan que cumplir otro día en la Moncloa. Y no puede cumplir con nuestros aliados europeos porque los socios, sus socios, los de Sánchez, son amigos de Putin y no se lo permiten.
Luego no tiene presupuestos. ¿Cómo va a cambiar dinero para los gastos militares? Todavía gobierno con presupuestos de la legislatura anterior.
comparecencia de Óscar Puente y Luis Planas
En la cosa política española el Partido Popular ha anunciado que va a pedir comparecencia de ministros Óscar Puente, Luis Planas sobre la comisión de investigación del Senado para que informen de la contratación de Jessica Rodríguez, que no sé cómo hay que llamarla... amiga, novia, bueno, contratada sexualmente por Ábalos, profesional del sexo de pago, no lo sé, bueno.
Y la contratan en empresas dependientes de sus ministerios. Le hemos estado pagando la compañía al señor Ábalos. A ver qué explicación dan. Sin ir, por supuesto, la contrataron en Ineco y Tragsatec sin acudir a trabajar. Yo yo que los directivos de estas empresas tendrán algo que contar, ¿no? También les han llamado a la comisión.
ecuador de la legislatura
Y vamos camino del ecuador de la legislatura. Sánchez no ha conseguido aprobar unos Presupuestos. Tampoco ha conseguido el apoyo de sus socios para alguna de las iniciativas que se ha sacado de la manga para ver si ataja los problemas con la corrupción.
La llamada ley Begoña, la ley por la que quiere limitar la acusación particular, ha quedado aparcada porque ni Junts ni Podemos parecen dispuestos a apoyarla.
Vamos a ver esta inactividad a qué nos lleva, esta falta de debate parlamentario a qué nos lleva. Desde luego a que estemos mucho menos informados todos.
¿Qué va a hacer España en este nuevo concierto mundial, en este nuevo orden mundial, en esta reestructura de las relaciones con los Estados Unidos, en esta forma de reinventar Europa? Pues ni se sabe, ni está, ni se te espera.