SERIE ORO
¿Sabías que en Málaga se cultivan más de 100.000 hectáreas de olivar?
El Aceite de Oliva Virgen Extra malagueño es un aceite con sabor mediterráneo y que enriquece la gastronomía con múltiples y singulares aromas.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Esta semana en 'Andalucía Serie Oro' hemos hablado con Juan Carlos Maldonado, vicepresidente de la Diputación malagueña sobre el aceite de oliva que se produce en esta provincia. Con él hemos descubierto para todos los oyentes de COPE Andalucía que la provincia de Málaga, que cuenta actualmente con unas 100.000 hectáreas de olivar, ha sobresalido en los últimos años en la producción de aceites de oliva virgen extra (AOVE) de gran calidad, tal y como se ha certificado con distintos premios y distinciones tanto nacionales como internacionales. Actualmente, parte de esa producción está protegida bajo la Denominación de Origen de Aceites de Antequera. Para ampliar información podéis visitar http://www.saboramalaga.es/
Existen distintas variedades, cada una con sus peculiaridades. Entre ellas las más importantes son la hojiblanca la verdial de Vélez, la nevadillo, la lechín de Sevilla y la manzanilla Aloreña. El zumo de la verdial de Vélez, por ejemplo, se caracteriza por su sabor afrutado y dulce, lo que la hace apropiada para ensaladas o para armonizar distintos platos. Dentro de la comarca de la Axarquía, es especialmente abundante tanto en cantidad como en calidad en los pueblos de Periana, Riogordo, La Viñuela o Alcaucín, entre otros. Esta variedad, que no hay que confundir con otras de nombre similar, como la verdial de Badajoz o la de Huévar, tiene la singularidad de ser la última en cosecharse en la provincia de Málaga.
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Hojiblanca
Por su parte, el AOVE hojiblanca es uno de los más importantes no sólo de la provincia de Málaga sino también de Andalucía. De hecho, representa en torno a un 15 por ciento de la producción total de Andalucía. El aceite de oliva virgen extra que se hace con esta variedad debe tener, en una cosecha temprana, un color verde intenso y un tono dorado sobresaliente. En una cata, este aceite, especialmente abundante en la vega de Antequera, tiene que mostrar su sabor suave, con un frutado de hierba fresca en el aroma, ligero amargor a fruta verde y otras frutas, un ligero picor en garganta y un regusto final almendrado.
Entre, las más abundantes en la provincia de Málaga, está la variedad manzanilla aloreña, que es conocida sobre todo por su uso como aceituna de mesa. De hecho, cuenta con una denominación protegida para ese uso. Pero, además, también resulta un tipo de aceituna muy apropiada para hacer un aceite de oliva virgen extra muy singular, en el que destaca una dulzura muy particular, seguida de un tenue amargor.
Por último, la lechín de Sevilla, con su característico color blanquecino en la pulpa, se percibe como un aceite fluido de sabores vegetales, con un amargor medio y un postgusto a almendra verde en boca.
Además de estas aceitunas, existen otras variedades secundarias como la campiñesa, la koroneiki, la picuda, la vidueña, la nevadillo blanco, la pico limón, la cornicabra, la arbequina la picual o la gordalilla, entre otras, que se reparten por la variada orografía de la provincia de Málaga. A todas hay que añadir la acebuchina u oliva silvestre.