BALONCESTO

Fractura por estrés, una lesión que paró a Michael Jordan

El doctor Vicente De la Varga desvela los factores de riesgo que propician la aparición de esta lesión

Emilio Guerrero

Málaga - Publicado el

5 min lectura

La fractura por estrés en una fractura causada por una sobrecarga continuada, por una fuerza repetida que va golpeando una y otra vez al hueso hasta que lo rompe. Son fracturas pequeñas, sin desplazamiento, algo parecido a una fisura.Siempre suele aparecer en los huesos de las extremidades inferiores, y siempre en los mismos huesos y siempre en determinadas partes de ellos. Y todo tiene su explicación. El doctor Vicente De la Varga, traumatólogo y experto en cirugía ortopédica desde su clínica CAMDE de Málaga, considerado uno de los 50 mejores médicos privados de España por Top Doctors, explica en COPE Málaga este tipo de lesión.

El hueso tiene la capacidad de adaptarse a su entorno biológico y mecánico modificando su estructura, su densidad, en función a la carga a la que se ve sometido y lo hace mediante un proceso denominado remodelación ósea. En esto se basa la llamada ley de Wolf ósea, un hueso sometido a más carga se reforzará, se hará más duro, y un hueso en descarga, al que no le echamos peso, como cuando estamos con una escayola sin apoyar durante un mes, se descalcificará, perderá densidad y se hará más frágil.

Por lo tanto, el hueso se está continuamente formando y eliminando, se está remodelando en función al estímulo mecánico que tenga. Cuanto mayor estímulo, más pequeñas microfracturas se producen en el hueso, más se activan los sistemas de limpieza del hueso dañado, los llamados osteoclastos, para a continuación activarse en mayor cuantía los sistemas de formación de hueso nuevo, los osteoblastos, reforzándose así el hueso. Como todo en la vida, dejen salir antes de entrar. Quitamos el hueso dañado primero para sustituirlo después por uno nuevo más fuerte.

AUMENTO DE LA CARGA

Hasta aquí bien, pero qué ocurre cuando aumentamos bruscamente la intensidad de un ejercicio, o lo repetimos muchas veces, como es el caso de los corredores de fondo con largos entrenamientos, o los soldados que hacen muchas marchas en su periodo de entrenamiento, pues que la capacidad de formar nuevo hueso no compensa la cantidad de hueso dañado que se va eliminando. En estos casos el hueso se va debilitando, y si sigue la sobrecarga mecánica se acaba rompiendo.

Como dijimos antes, las fracturas de estrés se producen siempre en los mismos huesos, que suelen ser de las extremidades inferiores o de la columna, pues son los que están sometidos a más carga, y en zonas determinadas, siempre las mismas, que son zonas con una mayor carga y con un menor aporte vascular, pues la capacidad de regeneración viene por la sangre, sin sangre no hay alimento ni oxígeno para poder regenerarse.

Y además cada deporte tiene su fractura de estrés característica, así en el baloncesto es típica la fractura del escafoides tarsiano, fractura que sufrieron los dos hermanos Gasol, forzando la retirada de Pau, pero también la tuvo el mismísimo Michael Jordan. El mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos sufrió esta lesión en su segunda temporada NBA y estuvo de baja durante 64 partidos, lo que parecía una lesión de seis semanas casi le cuesta quedarse en blanco toda la temporada. En el tenis es frecuente la fractura del escafoides carpiano, como la que sufrió Dominic

Thiem, que era una gran promesa y aún no se ha recuperado. En el golf son frecuentes las fracturas de las vertebras y de las costillas, aunque también aparecen en el tenis, si no que se lo digan a Paula Badosa que fracturó su quinta vértebra lumbar o a Rafa Nadal que fracturó su tercera costilla en las semifinales de Indian Wells el pasado año. Entre los corredores y los militares son frecuentes las fracturas de tibia a nivel de la rodilla, y aún ponen los pelos de punto las imágenes de la frcatura de tibia de David Villa y de los segundo y tercer metatarsianos, siendo también esta última frecuente entre las bailarinas de ballet. Finalmente las fracturas de cúbito son frecuentes entre los karatecas y los jugadores de beisbol.

FACTORES DE RIESGO

Los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir fracturas por sobrecarga incluyen lo siguiente:

· El agotamiento muscular: los músculos se cansan debido al impacto repetitivo y el impacto llega a los huesos.

· Cambio de actividades; por ejemplo, un aumento en la cantidad de ejercicio y atletismo, o diferentes trabajos sin periodo de ajuste normal.

· Errores de entrenamiento o técnica

· Cambios en la superficie; por ejemplo, ir de una superficie blanda (una pista de atletismo interior) a una superficie más dura (la acera o calle)

· Actividades repetitivas en ciertos deportes de alto impacto, como correr largas distancias, baloncesto, tenis, atletismo, gimnasia, y baile.

· Calzado inadecuado (zapatos que están demasiado usados, que son demasiado endebles, o demasiado rígidos)

· Problemas en los pies, como juanetes, ampollas, o tendinitis, que pueden afectar la manera que el pie toca el suelo. Pies muy planos o cavos.

· Osteoporosis u otras enfermedades que debilitan la fuerza y la densidad (grosor) de los huesos. Los huesos débiles o blandos pueden no ser capaces de soportar los cambios en la actividad. Las mujeres atletas que tienen menstruaciones irregulares o no tienen menstruaciones también pueden tener menor densidad de los huesos.

· Sexo. Las mujeres, especialmente aquellas que tienen períodos menstruales anormales o ausentes, están en mayor riesgo de desarrollar fracturas por sobrecarga.

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