MEDICINA DEPORTIVA

El doctor De la Varga desvela las causas de la plaga de lesiones musculares: "Inasumible"

El inicio de temporada está trayendo numerosas lesiones musculares en el fútbol español 

Brahim, Haitam y Dani Olmo afectados por lesiones musculares
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EFE - MÁLAGA CF

El inicio de la temporada futbolística llega con repetidas lesiones musculares

Emilio Guerrero

Málaga - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Es un tema recurrente cada inicio de temporada: la proliferación de lesiones musculares en el fútbol español. Los últimos casos de Brahim Díaz, en el Real Madrid, y de Dani Olmo y Fermín, en el Barça, han puesto el foco en el problema, e incluso los futbolistas sopesan la idea de convocar una huelga para aliviar la carga de partidos. 

En el Málaga también está siendo un inicio de temporada complicado: Kevin Medina, Larrubia, y Haitam han tenido que parar por lesiones musculares. Este problema es algo que cada se repite más en los deportistas de élite, muchos partidos y poco tiempo de recuperación.

calendario desmesurado

El doctor Vicente De la Varga, traumatólogo y especialista en cirugía ortopédica en su clínica CAMDE, considerado como uno de los 50 mejores médicos privados por Top Doctors, desvela las causas de este problema, del que casi siempre se habla al principio de las temporadas. 

 

Fermín estará de baja por una lesión en el recto anterior

X - FC BARCELONA

Fermín estará de baja por una lesión en el recto anterior

En las últimas temporadas las lesiones musculares parecen haberse multiplicado, aumentando tremendamente respecto a anteriores temporadas. Un factor determinante en la aparición de estas lesiones es la desmesurada sobrecarga de partidos con periodos de recuperación de 72 horas. El motivo de esta sobrecarga es casi exclusivamente económico, habiendo creado la FIFA y la UEFA multitud de torneos y campeonatos que se solapan entre sí generando ingentes ingresos por los derechos televisivos. Pero no solo ellos, la liga, adelantando cada año el inicio de la liga, a mediados de agosto, y los clubes con unas tremendas giras de pretemporada con grandes deslazamientos, cambios horarios y jet lags seguidos de numerosos partidos

¿es asumible físicamente jugar un partido de competición cada 3 días?

Pues parece que no, veamos cuáles son los argumentos médicos para oponerse a este ritmo de partidos.

En primer lugar, 72 horas son fisiológicamente insuficientes para la recuperación muscular. De los parámetros que monitorizan la función muscular hay algunos como el cortisol y la testosterona que sí se recuperan, mientras que otros como la fuerza de contracción o las enzimas musculares que indican destrucción muscular que no se han recuperado a las 72h de un partido, con lo que aumenta el riesgo de una lesión muscular grave.

En segundo lugar, un partido cada 3 días supone un estrés permanente, tanto por la competición en sí como por los continuos viajes, cambios de hotel y las variaciones en los horarios de comidas, que alteran el ritmo del sueño favoreciendo el insomnio. Es sobradamente conocida la relación entre las horas de sueño y una adecuada recuperación muscular.

En tercer lugar, tan poco tiempo entre partidos no permite la recuperación completa de las lesiones. Nos referimos a las lesiones menores: esguinces, contusiones o sobrecargas musculares que normalmente se resolverían con dos o tres días de descanso, pero que ante un calendario tan apretado obligan a los jugadores a forzar con molestias, lo que con frecuencia acarreará lesiones una de mayor gravedad.

En cuarto lugar, se complica mucho el trabajo de médicos y nutricionistas que deben diseñar dieta perfecta, milimétrica, individualizada a las características de cada jugador para reponer las proteínas y minerales indispensables para la recuperación muscular, y que a la vez que rellene los depósitos de energía para continuar jugando. Esto parece fácil, pero en absoluto lo es. Y que además sea una dieta atractiva para que el jugador no se aburra es todavía más complicado. El más mínimo desajuste favorecerá la lesión muscular.

Y finalmente, competir cada tres días obliga a nuevos planteamientos en los cuerpos técnicos. Habitualmente el día posterior al partido se realiza un entrenamiento suave de recuperación, para dar descanso al día siguiente. Jugando cada 72 h el día de descanso se convierte en el día pre partido, y volvemos a empezar. Por tanto, las sesiones se aprietan disminuyendo los periodos de descanso con el consiguiente aumento del riesgo de lesionarse.

PERIODO IDEAL

Un reciente estudio del Comité Olímpico Internacional concluye que el periodo mínimo entre partidos debería ser de 96 horas, preservando escrupulosamente las cuatro semanas de descanso estival al final de la temporada y las dos semanas de descanso navideño.  Parece lo razonable si queremos que disminuyan este tipo de lesiones, que están siendo ahora más frecuentes que nunca. Es la única forma de que alarguemos la vida deportiva de nuestros futbolistas y disfrutemos más de la competición y del espectáculo, que en el fondo es lo que importa, explica el doctor De la Varga.

Herrera en COPE

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