Víctor hace de nuevo ilusionarse a la afición en una semana

El Málaga se desató la noche del Viernes Santo de todas sus cadenas. Rompió los corsés y galopó en busca de la liberación. Existe un mundo entre el Málaga CF gris que cayó con estrépito con el Extremadura al virtuoso que goleó al Alcorcón. Evidentemente es sólo un partido y no se pueden lanzar las campas al vuelo, pero sólo el cambio de tendencia ya es reseñable. Sigue estando a seis del ascenso directo, pero tras el nuevo batacazo del Deportivo, está cuatro por encima del séptimo, por lo que se afianza en el playoff.

Víctor no hizo grandes cambios en el equipo. Apostó por un 4-1-4-1. Dio la alternativa a Lombán, que había tenido muy poco protagonismo con Muñiz, en detrimento de Luis Hernández. Y con ello ganó salida de balón, que hasta la fecha siempre recaía sobre Pau y ahora se repartía entre ambos centrales. Recuperó a Keidi Bare de mediocentro único. Y colocó a N'Diaye más adelantado, aunque con al africano y Adrián ayudando en labores defensivas. Con el balón rodando, fue un Málaga que salió a morder. La línea de presión fue más alta. A diferencia del Málaga CF de Muñiz, que esperaba acontecimientos agazapado, el de Víctor fue a robarle el balón al rival en su área.

La plantilla del Málaga CF regresa hoy al trabajo tras gozar de dos días de descanso. El conjunto blanquiazul, con la moral cargada tras vencer el pasado viernes en Alcorcón, pone ya sus cinco sentidos en el partido del próximo sábado en La Rosaleda ante el Mallorca. Un partido ante un rival directo que será cargado de emoción e intensidad. Víctor podrá seguir profundizando en su juego y la plantilla está citada para comenzar el trabajo en el Estadio Ciudad de Málaga. Víctor está pendiente de recuperar efectivos, como Morán o Pacheco, que se ejercitaron en el gimnasio, así como Keidi bare, que fue titular pero que se resistió de unas molestias.