¿Fruta y ensalada para cenar? Descubre por qué no es tan saludable como crees

En ‘Herrera en COPE MÁS Málaga’, la autora del libro ‘De la boca a tu salud’ (Editorial Planeta), Ángela Quintas, desmonta uno de los mitos más extendidos sobre la alimentación saludable: cenar fruta y ensalada no siempre es la mejor opción. Aunque estas comidas son frecuentemente asociadas con una dieta equilibrada y ligera, Quintas explica en los micrófonos de COPE que, en algunos casos, podrían estar perjudicando la salud y saboteando los esfuerzos por perder peso.

"Muchas personas llegan a mi consulta diciendo que llevan meses cenando fruta y verdura, pero no consiguen bajar de peso. Esto se debe a que están provocando un pico de insulina justo antes de dormir", señala la experta en nutrición.

La insulina, el factor clave

La insulina es una hormona fundamental en el metabolismo de los carbohidratos y en la regulación del azúcar en sangre. Según Ángela Quintas, consumir frutas y ensaladas ricas en hidratos de carbono por la noche puede disparar esta hormona en un momento en el que el cuerpo debería estar en reposo. Este pico de insulina no solo dificulta la pérdida de peso, sino que también puede afectar la calidad del sueño y la salud metabólica.

"El problema no está en la fruta o la ensalada en sí, sino en el momento en el que las consumimos. Por la noche, nuestro cuerpo no necesita tanta energía inmediata, y ese exceso puede almacenarse como grasa", justifica en la entrevista.

¿Qué cenar entonces?

La clave, según Quintas, está en planificar cenas ricas en proteínas y bajas en carbohidratos al menos dos veces por semana. "Algo tan sencillo como una tortilla francesa con un caldo puede marcar una gran diferencia en tu peso y tu salud", sugiere. Este tipo de comidas ayudan a mantener los niveles de insulina estables durante la noche, lo que favorece la quema de grasa y un descanso reparador.

Además, destaca que no se trata de eliminar por completo los hidratos de carbono, sino de saber cuándo y cómo consumirlos. "Es importante distribuir los carbohidratos a lo largo del día, priorizándolos en las comidas donde necesitamos más energía, como el desayuno o el almuerzo", recomienda la experta.

El mito de las cenas ligeras

Quintas también ha aprovechado la conversación en el programa ‘Herrera en COPE MÁS Málaga’ para desmontar el mito de que todas las cenas deben ser ligeras. "Lo importante no es que la cena sea ligera, sino que sea adecuada a nuestras necesidades. A veces, una cena baja en calorías, pero alta en carbohidratos, puede ser más perjudicial que una más completa, pero bien equilibrada", afirma.

Por ejemplo, muchas personas optan por una ensalada pensando que es la opción más saludable, pero incluyen ingredientes como maíz, frutas deshidratadas o aderezos azucarados que aumentan su contenido calórico y glucémico. "Una cena saludable no solo depende de los ingredientes, sino también de cómo los combinamos", advierte.

Fruta, sí… pero no a cualquier hora

Aunque la fruta es un pilar de una dieta equilibrada, Quintas recuerda que no es el mejor alimento para consumir por la noche. "La fruta es una fuente de azúcares naturales que, aunque saludables, pueden generar un pico de insulina innecesario antes de dormir. Es mejor reservarla para el desayuno o como merienda", sugiere.

Como alternativa, la nutricionista recomienda optar por proteínas magras, verduras cocinadas o incluso legumbres en pequeñas cantidades para las cenas. "Lo importante es escuchar a tu cuerpo y adaptar tu alimentación a tus necesidades reales", concluye.

Un cambio sencillo, grandes resultados

Adoptar pequeños cambios en tus cenas puede tener un impacto significativo en tu salud y en tu objetivo de perder peso. "Algo tan simple como evitar la fruta o las ensaladas por la noche y optar por proteínas puede ayudarte a romper con el estancamiento y empezar a notar cambios en la báscula", asegura Quintas.

En su libro ‘De la boca a tu salud’, la autora aborda este y otros temas de manera práctica, incluyendo test y consejos para que los lectores puedan evaluar su alimentación y mejorar sus hábitos de forma sencilla. "Quería que el libro respondiera a las dudas que escucho en mi consulta cada día y que ayudara a las personas a entender cómo los alimentos influyen en su salud", concluye la experta.