SUCESOS
Investigado por enviar una serpiente dentro de un paquete precintado y sin ventilación
Fue el comprador del animal el que avisó a la Policía Local de Málaga al comprobar la manera en la que el vendedor había efectuado el envío
Málaga - Publicado el - Actualizado
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La Policía Local de Málaga ha identificado al vendedor de una cría de serpiente después de que este la enviara de forma ilegal a través de una empresa de mensajería no homologada y dentro de una caja precintada y sin ventilación. Fue el comprador el que avisó a la Policía tras comprobar el estado en el que le llegó el paquete. Había pagado por la cría de serpiente 35 euros y la había comprado por internet a un vendedor de Madrid.
Los hechos tuvieron lugar hace unos días, cuando el comprador del animal, al percatarse de cómo se le había enviado el mismo, solicitó la presencia de los agentes, desplazándose hasta el lugar policías locales del Gruprona, quiénes pudieron conocer que éste había efectuado un pago por importe de 35 euros a un particular tras comprarle a través de Internet una cría de serpiente de la raza heterodon nasicus, también conocida como serpiente de hocico de cerdo.
ENVIO POR PAQUETERÍA
Así, fue enviada a través de una empresa de transportes no autorizada para el envío de animales vivos, en una pequeña caja de cartón precintada sin ventilación alguna, con el consiguiente peligro para la vida del animal ante las inadecuadas condiciones para su transporte. Puesto en contacto con el vendedor, al parecer este le manifestó que lo hizo de ese modo porque le salía más económico y que no le iba a pasar nada al animal, según han informado desde la Policía Local a través de un comunicado.
Los agentes del Gruprona se entrevistaron con la persona encargada de la empresa de mensajería, que manifestó desconocer el contenido del paquete recibido para su entrega, así como que momentos antes habían recibido llamada telefónica del remitente del envío, quien indicó que no le hicieran entrega del paquete al destinatario bajo ningún concepto, solicitándole a la empresa la devolución del paquete.
Ante la situación descrita, desconociéndose el estado en el que se encontraba el animal y para salvaguardar la vida del mismo, lo policías locales procedieron a la apertura del paquete en la oficina de la empresa de mensajería en presencia de la persona gerente y trabajadores, así como del propio comprador, para poder ver in situ el estado que presentaba el reptil.
EMBALADA EN CAJA DE CARTÓN
Se trataba de una caja cuadrada de unos quince centímetros de ancho, totalmente precintada, pudiendo comprobar como en su interior existía un revestimiento de corcho donde se alojaba otra pequeña caja de plástico con agujeros muy finos donde se encontraba viva la cría de serpiente, de unos quince centímetros de longitud aproximadamente.
Acto seguido, los agentes del Gruprona informaron a los presentes que dadas las circunstancias del traslado lo que prevalecía era velar por la salud del reptil, motivo por el que se procedió a su intervención, traslado y entrega al Centro Zoosanitario Municipal, donde quedó depositada para ser examinada por veterinario, tras lo que, una vez corroborado su buen estado, quedaría a disposición de quien acreditase ser su propietario.
En cuanto al vendedor, no puso en conocimiento de la empresa de mensajería que se trataba de un transporte de animales vivos, por lo que no estaba, por tanto, reflejado en el etiquetado el transporte del que se trataba, no estando en cualquier caso la compañía autorizada para realizar este tipo de envíos.
Junto a ello, a criterio de los policías locales del Gruprona, el vendedor pudo incurrir en un presunto delito de maltrato animal, ya que hubo intención de enviar la cría de serpiente través de una empresa de mensajería no homologada en una pequeña caja de cartón precintada y sin ventilación.
Ello podría haber provocado la muerte del animal por asfixia, así como por los golpes a los que pudo estar sometido en el transporte, ya que desconocían lo que portaba en el interior, e incluso por inanición, por lo que los agentes solicitaron a la empresa los datos de la persona que realizaba el envío, tratándose de un hombre con domicilio en Madrid, quedando sus datos recogidos en el oficio que se remitió tanto a la Fiscalía de Medio Ambiente como a la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía.
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