Pide en un bar de Málaga un café y dos tostadas y cuando pide la cuenta asusta a su cita: “Es hora de...”

Estamos en plena primavera y eso se va notando (aunque muy poco a poco) en el clima. Aunque, tras la Semana Santa, seguimos con temperaturas frescas e incluso precipitaciones, lo normal es que a lo largo de estos meses vayamos cambiando el vestuario y saliendo más a las terrazas.

Y es que si hay algo que es característico de España, eso sin duda es, los bares y las terrazas. Son de los lugares más frecuentados en nuestro país, y son lugar de encuentro entre familiares, amigos e incluso compañeros de trabajo.

De los bares, sin duda, salen multitud de historias y anécdotas que quedan para siempre. Y si hay alguien a quien le encanta recopilarlas, esa es la cuenta de X, antiguo Twitter, @SoyCamarero. No solo eso, sino que muchas veces utiliza el altavoz de su cuenta para denunciar situaciones complejas para los camareros.

En esta ocasión, no solo ha querido denunciar las condiciones de los trabajadores, sino los abusos en ciertos locales. Aunque sin nombrarlo, ha querido profundizar en uno de Málaga, gracias a la cuenta que le llegaba por otro usuario.

Cuando pide la cuenta alucina él y su cita

En esta ocasión, la cuenta de X (antiguo Twitter) @SoyCamarero ha hablado de un local de Málaga, que no ha nombrado. Y todo porque le llegaba una cuenta de un usuario, que alucinaba con lo que le había pasado.

Habían ido dos comensales a este lugar, y habían pedido, únicamente, una botella de agua, un café con leche, y dos tostadas de pan con tomate. Todo iba bien y estaban teniendo una buena velada, sino fuera por lo que ocurrió al llegar la cuenta.

Esta persona se quedó realmente asustada cuando recibió el ticket de la cuenta por la consumición que habían tenido. Y es que, por esa comanda de cuatro cosas, le habían cobrado 24,28 euros, una auténtica barbaridad.

Lo que más costaba eran las tostadas (que costaban 7,99 cada una) y el café con leche que, inusualmente, costaba 5,80 euros. Claro, en este punto, lo único que te queda es aceptarlo y pagar, aunque consideres que, en efecto, el precio es abusivo.

Por eso mismo, esta cuenta de X quería hablar abiertamente de los precios de ciertos lugares, e invitaba a sus seguidores a reflexionar sobre el mismo.

Muchos, indignados, no daban crédito de lo que veían. “Es hora de dejar el turismo en el sur” decía uno de los usuarios. Otro afirmaba que se trataba de una cuenta del verano pasado y que, seguramente, ese precio habría aumentado todavía más.

La respuesta a una reseña crítica con un bar de Tarragona

Se trata de un restaurante de tapas y todo tipo de platos en Tarragona. Un buen día, un padre con dos de sus hijos acudió a él, y, parece ser que quedó descontento.

Al menos, así lo atestigua la reseña que después dejó en Google y que ha desatado toda la polémica.

Este padre había ido a comer con sus hijos y descontento con los platos, decidió escribir una reseña en Google, esperando una respuesta por parte del restaurante.

“El niño, al ver su hamburguesa, se echó a llorar. Solo digo eso” rezaba la nota del cliente. Sí que es cierto que no había ningún otro mensaje, lo que, en un texto, puede parecer algo borde.

Visto que el cliente, de alguna manera, ocultaba toda la verdad, el dueño del restaurante contestó, contando todo lo que sabía de esa visita. “El niño se echó a llorar porque le pedisteis una minihamburguesa y a su hermano mayor una Wagyu de 200 gramos” comenzaba diciendo, dejándolo en evidencia.

“Después de deciros tres veces que la hamburguesa mini era muy pequeña. Yo también me habría echado a llorar, la verdad” decía la respuesta.

Enseguida, este mensaje en Twitter se volvía viral, y eran muchos los usuarios que aseguraban que quien tenía la razón era el dueño de este restaurante.

“Ahora me siento compungida por ese niño al que los padres discriminan” decía una cuenta.