Así es una mañana en el Centro de Emergencias 112 Andalucía: "Preparados para todo"

“112, buenos días”. Son las primeras palabras que escuchamos al otro lado del teléfono cuando llamamos a Emergencias. Los motivos son muchos. Un incendio. Un terremoto. Una alerta sanitaria, un accidente de tráfico o un caso de violencia de género.

Por eso, la persona que responde al otro lado del teléfono, debe estar preparada. “Nunca sabes con lo que te vas a encontrar cuando descuelgas el teléfono”.

Las llamadas más duras

Un equipo de COPE Andalucía entra en el Centro Regional de Emergencias ubicado en Sevilla (hay otro en Málaga). Y allí conocemos a Araceli. Ella es una de las gestoras del 112. Lleva media vida en primera línea. Hablamos con ella entre llamada y llamada. Porque el teléfono no para.

No todas las llamadas son iguales. Eso lo sabe bien Araceli. A pesar de su experiencia, reconoce que hay llamadas de las que no se repone tan fácilmente. “Hay casos muy duros. Las llamadas de menores son difíciles, pero en ese momento hay que sacar fuerzas y transmitir mucha calma.”

Difíciles también los intentos de suicidio. “Hay llamadas a las que te quedas colgada, e incluso buscas luego información en los medios sobre esa persona, para ver si se encuentra bien”.

Hay momentos tan duros que falta hasta el aire. Por eso, una vez que cuelgan el teléfono, hace falta resetear. “Hay llamadas que te dejan mal. En ese momento, necesitas salir a la calle y que te dé el aire. Sales, respiras, coges fuerzas, y a seguir.

Entre tres y cinco segundos. Es el tiempo que tardan en descolgar el teléfono en el centro regional de emergencias. Más de quinientas personas trabajan en esos puestos para atender a los andaluces que lo necesiten.

También información de algún suceso o simulacro. Para que todos los gestores puedan leerla. Y calma. Mucha calma. Seguridad y confianza. Es lo que necesita alguien que marca los tres números en su teléfono.

Teléfonos que no paran

El 112 recibe la llamada. Al otro lado del teléfono, una sala enorme. Teléfonos que no paran de sonar. Una pantalla de dimensiones gigantescas que refleja las llamadas que están en curso.

Desde ese momento se activa la localización. Desde que descuelgan, saben perfectamente dónde estamos. No importa que llamemos desde un móvil o un fijo. Y a partir de ahí, muchas preguntas. Preguntas que buscan la respuesta más precisa.

¿Las épocas más complicadas? El verano o la fiesta de fin de año. Aunque hay otra fecha que se ha impuesto entre los días más calientes del año en el centro de emergencias. Se trata de Halloween.

Pilar Limón, portavoz del 112, nos explica: “Tiene todo el sentido porque de hace unos años atrás, esta fiesta se celebra por todo lo alto. Son muchos los jóvenes que salen y hay muchos desplazamientos”.

El 112 atiende más de 12.000 llamadas al día. Esto se traduce en más de 4 millones al año. Aunque no todas estas llamadas corresponden a 4 millones de emergencias. “Porque normalmente, ante un suceso, llama más de una persona”. Personas como tú y como yo. Personas que necesitan ayuda. Ya.

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