Cómo evitar el contagio de hepatitis A en las fresas con un sencillo truco: "Sólo treinta minutos"

Ayudan a saciar el hambre. Son una rica fuente de vitamina C y de manganeso . O lo que es lo mismo, ayudan al mantenimiento de los huesos y son antioxidantes. Es decir, ayudan a retrasar el envejecimiento de nuestras células. O al menos eso e slo que dicen los expertos. Y por si fuera poco, están buenísimas. Sí, hablamos de las fresas.

Huelva es la mayor productora de fresas de toda Europa. Entre arándanos, frambuesas y moras se producen en la provincia una superficie de más de 11.000 hectáreas.

Y hay algo que los agricultores de la zona llevan reivindicando mucho tiempo: la competencia desleal de países terceros. Ahora, esa reivindicación de los agricultores andaluces se ha convertido en una preocupación para Europa. ¿El moitvo? La Unión Europea detectó la presencia de hepatitis A en fresas procedentes de Marruecos. Afortunadamente, el producto no llegó a los mercados.

Pero esto no es la primera vez que pasa. Y como dicen los agricultores, “No será la última, porque la competencia desleal es un problema que trae consecuencias no sólo para los agricultores. También para los consumidores” . Por eso, un grupo de agricultores hoy en Sevilla han repartido fresas de Huelva para defender el producto.

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La calidad de la fresa de Huelva es uno de sus distintivos

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Además, desde Interfresa, la Interprofesional de la fresa, defienden nuestro producto: “Los frutos rojos producidos en Huelva están reconocidos a nivel mundial y garantizados por las certificaciones y protocolos internacionales más exigentes como una fruta de calidad”.

Los primeros síntomas

La hepatitis A puede transmitirse a través de agua o alimentos contaminados, fundamentalmente con heces infectadas. Esta fruta está más expuesta que otras porque se cultiva en el suelo y es más fácil que entre en contacto con aguas fecales o contaminadas.

¿Y qué síntomas tiene una persona que ha comida fresas con hepatitis A? Es la pregunta que muchos consumidores se hacen. Cuando las fresas tiene hepatitis A, la persona que las consume puede sufrir síntomas como fatiga, náuseas o fiebre.

También pueden tener pérdida de apetito o dolor abdominal. Otro síntoma a tener en cuenta es que la orina se vuelve oscura cuando hemos consumido esta fruta con el virus.

Aunque los síntomas no llegan el día en que consumimos el producto. Tardan en llegar dos semanas. Aunque en algunos pacientes puede retrasarse varios meses. Por este motivo, resulta muy difícil para el médico, saber de dónde vienen los síntomas.

Los expertos aseguran que hay casos en los que la hepatitis A puede estar en el organismo, y no sentir ningún síntoma. Aún así, el virus puede quedarse en nuestro organismo, hasta varios meses.

Cómo evitar el contagio de la hepatitis A

La higiene es clave para evitar que se transmita la hepatitis A. Tanto en la cadena de suministro, como en casa.

Por eso, cuando compremos las fresas, debemos lavarlas siempre. Un buen truco es el que usaban nuestras abuelas: meter las fresas en un recipiente con agua y vinagre. La proporción recomendada son cuatro partes de agua por una de vinagre. Sólo tenemos que dejar las fresas durante cinco minutos reposar.

Después de este tiempo, sacaremos las fresas, las enjuagaremos con agua fría y las secaremos con un papel o un paño de cocina.

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