Familiares del barco hundido en 1973, tras saber que los marineros están enterrados en Canarias: "Dos veces"

José Manuel tenía solo 18 años cuando se enteró de la noticia. Su padre había salido a faenar pero nunca regresaría. La mar se lo había tragado. Le costó muchas noches acostumbrarse a su ausencia. Era difícil. Ni siquiera se había despedido del. Y lo peor de todo: Nunca tuvo un sitio donde llevarle flores.

Con esa pena vivió su madre. Hasta el día de su muerte. Ella nunca pudo visitar la tumba de su marido. Para rezarle, para tener su nombre cara a cara y darse cuenta de que él no volvería. Jamás.

Medio siglo después

Han pasado 50 años. Fue en 1973. La provincia de Cádiz sufría ese año una tragedia en el mar: el pesquero "Domenech de Varó", naufragaba en aguas del Atlántico. De la tripulacion se salvaron el patrón y un marinero. Al resto de marineros se lo tragó la mar. O eso pensaban sus seres queridos.

Medio siglo más tarde, el destino quiso que José Manuel y el resto de familiares de las víctimas, descubrieran la verdad. Los restos de los marineros no se habían hundido en el océano para siempre. Porque varios días después de la tragedia fueron rescatados. Pero esas noticias nunca llegaron a José Manuel. Ni a su madre. Ni al resto de mujeres que guardaron luto hasta el final.

José Manuel nos ha contado en COPE Andalucía cómo se enteraron de la noticia: "En la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del pesquero Domenech de Varó estábamos preparando unos actos para conmemorar su memoria y decidimos investigar en los archivos de la época". Y entonces supieron que su padre y el resto de marineros están enterrados en Arrecife (Lanzarote).

Un duelo tardío y necesario

A partir de ese momento, su único objetivo ha sido traerlos a su tierra natal; Cádiz. Para que cada familia les dé sepultura. Por el momento, están trabajando en ello. Según José Manuel, estos trámites llevan su tiempo. Aunque espera que su padre pueda descansar junto a los suyos muy pronto.

Y está muy agradecido a las autoridades: "La Junta de Andalucía ha aprobado una ayuda de 5.000 euros para las labores de exhumación de los restos y el traslado hasta Andalucía. Y por su parte, la Diputación de Cádiz ha destinado una partida de 15.000 euros". Lo repite y nos dice: "Esto tenéis que contarlo, eh".

Le preguntamos cómo recibió la noticia. Se queda callado, coge aire y reconoce que durante días él y el resto de familaires no podían dejar de llorar. Una y otra vez. Era el momento de hacer el duelo. De despedir a su padre como se merecía. Será pronto. Está deseando que llegue el momento. Aunque su madre no esté ya aquí para verlo. A ella también se lo debe.

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