Trucos infalibles para gastar menos y ahorrar en la cesta de la compra

Controlar los gastos del hogar nos permite ahorrar algo de dinero extra con el que luego podremos disfrutar de unas vacaciones o hacer frente a cualquier gasto extra que se presente a lo largo del año.

Muchos consumidores piensan que ahorrar en la cesta de la compra puede ser complicado. Nada más lejos de la realidad. Es posible y muy sencillo. Solo tenemos que seguir unos consejos para volver del supermercado con todo lo necesario gastando un poco menos.

LA LISTA QUE NUNCA FALLA

El ahorro empieza antes de entrar en el supermercado. Antes de salir a hacer la compra, debemos elaborar una lista que podemos ir preparando durante varios días. Podemos colgar una cuartilla de papel en el frigorífico e ir añadiendo todo lo que necesitemos. Una vez en la tienda, debemos ceñirnos únicamente a lo que hemos escrito en esa lista.

Para preparar esa lista, podemos ir elaborando un menú semanal, y de esta forma compraremos solo los ingredientes que necesitemos para elaborar cada uno de los platos. El resto de productos no los necesitaremos, por tanto, no es necesario que los compremos.

También podemos añadir algún capricho a nuestra cesta de la compra, aunque es recomendable llevarlo previsto desde casa. De esta forma, llenaremos el carro según lo que habíamos previsto, y no llegaremos a la caja con varios productos que no necesitamos para nuestra despensa.

SÍ A LOS INGREDIENTES FRESCOS

Para ahorrar en nuestra cesta de la compra, es recomendable comprar ingredientes frescos con los que preparar nosotros mismos los platos. Los platos precocinados son más caros, por lo que si los evitamos, conseguiremos ahorrar algo más de dinero Y por supuesto, nuestro bolsillo nos lo agradecerá.

Una vez en el mercado, debemos ir directamente a por aquello que hemos escrito previamente en nuestra lista. Si el objetivo de esta compra es ahorrar unos euros, debemos evitar pasearnos por los diferentes pasillos, ya que es al final terminaremos comprando muchos productos que no aparecían en nuestra lista inicial.

LA COMPRA, CON EL ESTÓMAGO LLENO

Otro consejo a tener en cuenta. No debemos ir a comprar antes de almorzar o de cenar. Todo esos productos expuestos en las vitrinas se convierten en una tentación difícil de superar cuando tenemos hambre. Por tanto, lo recomendable es ir a comprar después de desayunar o de almorzar, con el estómago lleno y las ideas claras.

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Debemos llenar nuestra cesta de productos de temporada y locales. Si cumplimos con esta premisa, estaremos comprando calidad a un precio mucho más asequible y además apoyaremos a los productores de nuestra zona. Si elegimos productos de fuera de temporada tendremos que pagarlos mucho más caros y la calidad podría verse afectada.

ACORDE CON EL PRESUPUESTO

Si tenemos niños, lo mejor es dejarlos en casa para ir a comprar. Siempre que nos resulte posible, claro. O nos veremos obligados a meter en el carro más de un capricho innecesario que subirán el precio de nuestra compra. A la hora de pagar, debemos fijarnos una cantidad semanal o mensual. De esta forma, haremos la compra basándonos en el presupuesto con el que contamos.

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Y algo que nunca falla es ir a comprar con efectivo y dejar la tarjeta de crédito en casa. Así, gastaremos solo el dinero que llevemos y evitaremos gastos extra que no habíamos planificado. Si tenemos en cuenta estas recomendaciones, nuestra compra será mucho más económica y no por ello menos completa.

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