José Luis Mayo, en COPE Andalucía: "El secreto de Ayamonte es que ha sabido conservar su esencia"

Junto a la desembocadura del río Guadiana, en la frontera con Portugal, hay un pueblo donde los paseos no deberían terminar nunca. Donde la gastronomía te deja sin palabras. Un lugar muy auténtico. Un municipio que sigue conservando la esencia de pueblo andaluz.

El turismo no ha podido con su personalidad. Sí, Ayamonte sigue derrochando personalidad. Y eso se nota en sus gentes, en sus calles. En esas plazas donde el tiempo parece detenido.

Mil y un motivos

En Ayamonte viven unos veinte mil vecinos, aunque de junio a octubre, su población se multiplica. Y no es para menos. Ayamonte es un destino muy atractivo para los turistas. Muchos buscan la calidad de sus playas en esos siete kilómetros de costa.

Otros buscan naturaleza. Otros, vienen por su cultura. Y si decimos cultura en Ayamonte, tenemos que hablar del “Paseo por el Arte”. Este año celebra su XI edición: “El mayor museo de Europa al aire libre, y lo que es más importante, con artistas de aquí”.

Un rincón muy pintoresco

Cuando llegas a Ayamonte, te sorprende todo. No te esperas el barrio de la Villa, que a muchos recuerda a Lisboa por sus calles empinadas. Un barrio pintoresco donde los haya. Tampoco esperas esos palacetes. Y ahí están. Esperando al viajero. Con la calma del sur.

En la ruta de COPE Andalucía, nos acompaña José María Mayo, concejal de Turismo de Ayamonte. Con él pasamos una mañana descubriendo este municipio. “Todo el que viene a Ayamonte, repite”, nos cuenta José María Mayo. No hay mejor publicidad.

El paraíso en sus playas

Los datos este año son buenos. Se van cumpliendo las expectativas. Y eso que venimos de un verano en el que se batieron todos los récords. 2023 fue un año histórico, pero parece que 2024 podría superarlo. Y eso se nota en municipios como Ayamonte.

Sus playas son otra buena razón para venir a Ayamonte. La arena fina y dorada es una constante. La tranquilidad de la playa de Isla Canela contrasta con la de la Punta del Moral, mucho más animada.

El lujo de las cosas sencillas

José María Mayo nos cuenta que “Ayamonte fue a principios del siglo XX famosa por su industria conservera. Fue creciendo hasta tal punto que atrajo mucha riqueza. Y es que la salazón de especies como el atún o la sardina, se remonta a siglos atrás”.

Da igual el motivo. Da igual si es por la cultura, por las playas, por la naturaleza, por su comida. O simplemente porque sigue siendo un lugar auténtico. Como pocos. Un lugar donde el lujo se vive en las pequeñas cosas. Que al final son las que hacen grande una vida.

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