La advertencia a las familias por el uso de pantallas: "¿Le darías a un bebé un cuchillo jamonero?"
Hay menores que a los dos años ya pasan 70 minutos de media expuestos a las pantallas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Sebas es el nombre ficticio de un niño de 9 años, que puede ser de cualquier lugar de España. Va al cole cada día, pero desde que se sienta al pupitre está nervioso, deseando volver a casa. ¿Los motivos? Que necesita coger su móvil, su tablet, consumir vídeos de YouTube o de otras redes sociales de los temas que le interesan, jugar a sus consolas.
A veces ha llegado a quedarse en casa sin ir al parque. Otras ha discutido con sus padres por pasar tantas horas con las pantallas. Ya apenas usa sus juguetes y eso que tiene un baúl enorme. Y tampoco lee, los libros cogen polvo en la estantería de su cuarto. Esta realidad es el día a día de muchas familias españolas. Y hay ya datos que dan pistas de hasta qué punto es preocupante.
Según el último Barómetro Audiovisual de Andalucía publicado por el Consejo Audiovisual de Andalucía, que en esta última edición incluye un monográfico sobre el consumo de Internet y de redes sociales por parte de los menores de edad, el 45% de ellos acceden a Internet antes de los 8 años.
Además, el 51,7% de los hogares andaluces con menores a su cargo, dice no tener instalado ningún sistema de control parental para registrar el consumo de Internet por parte de sus hijos.
Más datos. El tiempo que pasan muchos menores usando las pantallas y conectados a Internet es de tres horas y 47 minutos. Y ya se habla de ellos como una generación que se ha criado con una “niñera digital, es decir, con el móvil enganchado al carrito del bebé” para que se entretenga, para que no llore, para que deje a sus padres hacer las tareas de la casa.
La reflexión ante estas realidades la plantea con toda claridad el presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía, Domi del Postigo, quien se pregunta: “¿Un móvil es malo? ¿Cómo va a ser un móvil malo?, y ¿un móvil conectado a Internet es malo, cómo va a ser malo?”
Pero está claro, como señala el presidente, que “no es lo mismo un móvil que un móvil conectado a Internet, ahí ya tenemos un aspecto más, y otro es preguntarnos si es adecuado para un niño o un adolescente, eso también es otro aspecto”.
Todo esto es más fácil entenderlo con un ejemplo, según señala el responsable del Consejo Audiovisual de Andalucía. Platea esta hipótesis: “¿El cuchillo jamonero es malo, no, es imprescindible, es un invento maravilloso, se lo darías a un niño?”. Ahí la cosa cambia porque en el fondo lo que ha ocurrido es que “le hemos dado los cuchillos jamoneros a los niños casi desde bebé”, de hecho, “los niños menores de dos años ya tienen casi 70 minutos de contacto, de enganche con las pantallas”.
Domi del Postigo apuesta por tomar medidas cuanto antes para proteger a los menores. Es consciente de que no podemos poner puertas al campo, pero “¿podemos intentar que el campo no sea tan peligroso y no sea tan accesible?”.
Porque realmente “no es terrorífico el móvil, es terrorífica la entrega que hemos hecho de un móvil a gente pequeña que no está cualificada, no es verdad que sepan más de tecnología, saben darle a los botoncitos, pero no saben el alcance y las consecuencias” que pasan por aislamiento, sedentarismo, adicción a las pantallas y problemas de salud.
Consecuencias para la salud del acceso temprano a las pantallas: Pandemia de miopía
El acceso a edades cada vez más tempranas y la sobreexposición a las pantallas ya están provocando serios problemas en niños y adolescentes. La pediatra María Salmerón, que pertenece al Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría, alerta acerca del sedentarismo al que se someten los menores durante las horas en las que tienen un dispositivo digital entre sus manos.
Este mal hábito les acerca a un mayor riesgo de obesidad y les provoca trastornos en el sueño, depresión, ansiedad o hiperactividad. Apoyada en los casos a los que se enfrenta en su consulta, señala varias de las consecuencias que están provocando alteraciones en el desarrollo neurológico de los menores, en el área del lenguaje y su autocontrol, y que afecta tanto al coeficiente intelectual, como a su capacidad de atención.
Además, la oftalmóloga y vicepresidenta de la Sociedad Española de OftalmoPediatría, Julia Escudero, alerta ante otra realidad. Miopía progresiva, estrabismo agudo, ojo seco, orzuelos, blefaritis, cefaleas, son solo algunos de los problemas visuales derivados del mal uso de las pantallas. Siendo hasta ahora patologías frecuentes en adultos, en la actualidad se están viendo en niños. “Existe una clara relación entre el aumento exagerado de la miopía y el tiempo de exposición a las pantallas, así como la distancia a la que las ven”, explicó la doctora Escudero. Debido al elevado número de casos y la velocidad a la que están ocurriendo, puede hablarse de una pandemia de miopía, problema que ella misma sostiene que tendría una clara solución, realizando algo tan sencillo como asegurar que el niño pasa dos horas al día al aire libre, recibiendo la luz solar.