La broma de mal gusto de una timadora en Sevilla

En momentos como los actuales la sensibilidad está a flor de piel y los gestos solidarios son habituales. A muchos ciudadanos no les sorprenden actuaciones de ciertas personas que ayudan a otras o agradecen a profesionales, vecinos o familiares y amigos que han colaborado con ellos en momentos tan difíciles.

Por eso es normal que las víctimas de esta estafa hayan ido cayendo una tras otra sin sospechar lo más mínimo del engaño.

Un engaño que ha sido una broma de mal gusto para esas víctimas , profesionales de sectores afectados por el cerrojazo del estado de alarma y que poco a poco tratan de recuperar la normalidad y los ingresos en sus negocios.

La historia de este fraude surge con algo tan simple como la llamada de una mujer a una floristería. Hasta 20 negocios de este tipo han sufrido las malas artes de la timadora.

La mujer se presenta al otro lado del teléfono como clienta habitual, es amable y se gana la confianza del florista al que le cuenta que tiene a su marido recién salido de la UCI tras haber enfermado de coronavirus y haberse curado.

FLORES PARA AGRADECER LA CURACIÓN

Después de contarles esa historia la autora de los hechos da el siguiente paso. Les explica que para agradecer que su marido se haya curado quiere enviar ramos de flores para la talla del Gran Poder de Sevilla.

Los ramos elegidos son siempre de gran tamaño, con importes de entre150 y 350 euros, centros de flores que según explica quiere que sean enviados al templo de esta Hermandad Sevillana.

Los floristas que estos días retoman su actividad y que como todos los ciudadanos son especialmente sensibles y permeables a estas situaciones durante la pandemia iban aceptando uno tras otro los pedidos de la estafadora.

Así se han hecho cargo de los pedidos al menos 20 establecimientos sevillanos que después remitían a la autora del fraude los correspondientes números de cuenta bancaria para el ingreso del dinero de los encargos.

Al poco tiempo los floristas recibían en su teléfono un mensaje que les informaba de la realización de una transferencia bancaria. El problema era que en realidad la transferencia nunca llegó y que el mensaje informativo resultó ser falso y la historia de la esposa agradecida , posiblemente, también.

Los afectados han presentado ya denuncia ante la Policía.

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