La desesperación de un grupo de jóvenes sevillanos por no poder independizarse: “Situación límite”

Antonio, es un joven sevillano de 28 años. Lleva meses buscando un piso de alquiler en Sevilla. Con un salario de 1.000 euros, no se puede plantear comprar, pero está descubriendo que alquilar es también una misión casi imposible en una ciudad donde los precios no paran de subir.

El proceso de búsqueda de Antonio está siendo intenso, como el que puede realizar cualquier persona en su misma situación. 

• Portales inmobiliarios: Antonio pasa horas al día revisando anuncios en distintas webs. La mayoría de los pisos que encuentra están fuera de su presupuesto o no cumplen sus requisitos mínimos.

• Agencias inmobiliarias: Ha visitado varias agencias, pero las comisiones son elevadas y las opciones que le ofrecen son limitadas.

• Visitas: Cuando encuentra un piso que le interesa, la competencia es feroz. A menudo, hay decenas de personas interesadas en el mismo inmueble y pasa a un proceso de selección.

• Requisitos: Los propietarios exigen cada vez más garantías: nóminas, contratos de trabajo indefinidos, avales bancarios... Antonio, con un contrato temporal, lo tiene difícil.

Antonio como otras personas que buscan vivienda se encuentra con problemas que a veces son barreras insalvables.

• Precios prohibitivos: El precio medio del alquiler en Sevilla ha aumentado considerablemente en los últimos años. Para un mileurista, es casi imposible encontrar un piso decente en el centro o en barrios cercanos por menos de 800 euros.

• Escasez de oferta: La demanda supera con creces la oferta, lo que provoca una guerra de precios y dificulta aún más el acceso a la vivienda.

• Competencia del turismo: Muchos propietarios prefieren alquilar a turistas a través de plataformas, lo que reduce la oferta de alquileres de larga duración.

• Precariedad laboral: Los jóvenes con empleos precarios, como Antonio, tienen dificultades para cumplir los requisitos de los propietarios y las agencias.

La situación de Antonio es un reflejo de la realidad que viven muchos jóvenes sevillanos y españoles. La falta de vivienda asequible se ha convertido en un problema grave y algunos de estos jóvenes han decidido dar un paso adelante.

Es el caso de Álvaro, que ha creado con un grupo de amigos el “Sindicato por la Vivienda de Sevilla”. Este joven asegura que la mayoría de los 50 integrantes de esta nueva organización son personas de su edad, pero hay también algunos de unos 45-50 años.

Explica que en el caso concreto de los jóvenes es “totalmente inasumible, imposible la idea de emanciparse o salir de su casa antes de los 30”.

Y que están “condenados, obligados a vivir con nuestros padres hasta edades que no tienen ningún sentido”.

Álvaro, como el resto de sus compañeros, siente que ya han llegado a una “situación límite”, porque no ven cambios en el horizonte y de ahí la creación de este sindicato, del que dicen “que nadie protesta por gusto, lo hacemos por necesidad y desesperación”.

Estos jóvenes y no tan jóvenes acudirán a Madrid el próximo 5 de abril a participar en una manifestación nacional para reclamar medidas reales que permitan el acceso a una vivienda, algo que a día de hoy para estos jóvenes es casi misión imposible.

Algunos datos sobre el acceso a una vivienda en Sevilla

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado esta semana un decreto ley de medidas urgentes que incluye un plan de choque que prevé impulsar la construcción de 20.000 viviendas de protección oficial en Andalucía en los próximos cinco años.

Hay muchos sevillanos que eligen como una de las vías de acceso para tener un hogar, apuntarse como Demandante de Viviendas Protegidas. Uno de los últimos sorteos en Sevilla se ha celebrado este mes de febrero.

Se han sorteado 137 viviendas en régimen de venta situadas en Palmas Altas. Y se han recibido un total de 9.191 solicitudes válidas. Solicitudes para comprar unas viviendas que son, dentro de las VPO, las de la horquilla de precio más elevado, porque oscilan entre los 184.000 y los 270.000 euros...

Los integrantes del Sindicato por la Vivienda denuncian que en Sevilla hay 100.000 pisos vacíos, en manos de bancos o fondos de inversión que generan un problema y que desembocan en esta situación desesperante para muchos sevillanos, la imposibilidad de emanciparse, o de poder pagar una casa.