El esfuerzo de quienes llevan el espíritu de la Navidad a los pacientes ingresados en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla: “Es mi mejor regalo”

Llevar un "trocito" de Navidad al Hospital Virgen del Rocío es el objetivo de un amplio equipo que se pone cada año a trabajar con la llegada del otoño. Un objetivo ambicioso, con el que quieren, que los que no pueden vivir estas fiestas entrañables en casa, puedan sentir el espíritu de la Navidad dentro de las paredes del centro hospitalario. Para conseguirlo, un equipo del hospital se pone manos a la obra en el mes de octubre. Invitan a asociaciones, a grupos de todo tipo que quieran participar. Porque desde el 7 de diciembre hay más de 50 actividades variadas en el hospital. La mayoría se desarrolla en el Hospital Infantil, en torno al 80 por ciento, aunque también hay actividades para mayores.

Desde talleres de cocina, a coros, visita de personajes de ficción, de los equipos de fútbol de Sevilla, de Policías, Bomberos.

Uno de los responsables de que todo esto sea posible es Miguel Torres, coordinador de la agenda de actividades navideñas del Virgen del Rocío. Su tarea es hacer que “siempre sea un día nuevo, que llegue a los niños”.

Por ejemplo, el Cartero Real suelen realizarlo los propios profesionales del hospital, haciendo un recorrido por el centro y recogiendo la carta de los niños hospitalizados para que el día de Reyes sus Majestades les entreguen sus juguetes.

Esa visita del Cartero Real y la llegada de los Reyes Magos el 6 de enero, “son de los momentos más especiales con todos, con las emociones a flor de piel” para lograr “meterles en el hospital un cachito de la Navidad, un cachito de lo que pasa fuera y que ellos no pueden ver o vivir”.

Y aunque hay mucho esfuerzo y mucho trabajo detrás, Miguel reconoce que “cada día que pasa es un reto más que consigue uno” y que al final ese “es mi mejor regalo de Navidad, que salga todo como teníamos pensado”.

Porque con lo que te quedas es con lo más bonito, “la cara de los niños, pero no solo de los niños, también de los padres, con esos momentos que no tienen precio” y que te demuestran que “vale la pena el esfuerzo” por vivir tantas “situaciones entrañables” y por conseguir llevar la magia de la Navidad al mismo corazón del Hospital Virgen del Rocío.