Un experto explica por qué algunas personas saben que va a llover antes de que llegue la tormenta: "Es verdad"

Marisa parece de migraña, una enfermedad que es más habitual en mujeres que en hombres y que a veces es incapacitante para quienes la sufren.

El dolor intenso que empieza con “una especie de mordisco en la nuca, como si tuviera un cangrejo agarrado”, se puede prolongar durante varios días y no remite con medicamentos habituales contra el dolor como el paracetamol o ibuprofeno, que para Marisa son “como caramelos”.

Solo con un tratamiento de choque pautado por el especialista, el dolor remite. Pero hay casos en los que ningún fármaco funciona. Curiosamente, estos días de lluvia muchas de las personas como Marisa que padecen migraña crónica, han visto cómo se recrudece su dolencia y viven episodios intensos, brotes de su enfermedad.

No es casual. Esta situación tiene una explicación. La ofrece el doctor Domingo García del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla quien confirma que los días de lluvias en primer lugar generan un aumento de enfermedades respiratorias. La humedad favorece la aparición de hongos, virus bacterias que propician este tipo de patologías, y con las lluvias se sale menos y eso hace que se puedan producir más contagios en casa o en las oficinas.

Pero es que las lluvias intensas también pueden afectar a personas con migrañas y pueden provocar dolores en las articulaciones.

Cómo pueden afectar las lluvias a nuestra salud

En el caso de la migraña, como le ocurre a Marisa, la explicación es que los cambios climáticos pueden provocar desequilibrios en las sustancias químicas del cerebro, incluida la serotonina, que puede dar lugar a la migraña.

• Migrañas y cambios de presión atmosférica

De hecho, las personas que sufren de migrañas son especialmente sensibles a los cambios en la presión atmosférica, que suelen ocurrir antes de una tormenta.

También se “produce una cierta deshidratación, y unido a los cambios bruscos de las temperaturas, todo eso puede provocar el empeoramiento en caso de migraña”.

Es decir, la disminución de la presión barométrica puede desencadenar esos episodios de migrañas en personas susceptibles. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido.

• Dolor de huesos y cambios climáticos

También es muy llamativo, y un fenómeno común que algunas personas experimenten dolor en las articulaciones o huesos antes de que llueva.

De hecho, es muy típico que algunas personas se anticipen y anuncien que va a llover porque les duele la rodilla, el hombro, la pierna, etc. También para esta circunstancia el doctor tiene una explicación.

Asegura que “tenemos un tejido viscoso que favorece la movilidad de las articulaciones”. Y los días de humedad “puede verse afectada su viscosidad y provocar rigidez y dolores”.

Además, “las temperaturas más frías de los días de lluvia hacen que la circulación de las extremidades sea menor y puede hacer que los pacientes tengan también episodios de dolor en los miembros inferiores”.

Otros efectos en la salud

Además de las migrañas y el dolor de huesos, las lluvias intensas pueden tener otros efectos en la salud, como:

• Aumento del estrés y la ansiedad: Las inundaciones y la pérdida de propiedades pueden causar estrés y ansiedad significativos.

• Problemas de la piel: La exposición prolongada a la humedad puede provocar erupciones cutáneas e infecciones fúngicas.

• Fatiga: Los cambios climáticos y la falta de sueño debido a las tormentas pueden provocar fatiga y agotamiento.

Afecciones respiratorias que empeoran por la humedad y el moho

• Asma y bronquitis:

La alta humedad y los cambios bruscos de temperatura pueden desencadenar o empeorar los síntomas del asma y la bronquitis. El aire húmedo y frío puede irritar las vías respiratorias, provocando dificultad para respirar, tos y opresión en el pecho.

• Infecciones respiratorias:

La proliferación de moho en hogares y edificios inundados representa un riesgo significativo. Las esporas de moho pueden desencadenar alergias y problemas respiratorios, como la neumonitis por hipersensibilidad.

Además, los cambios de temperatura pueden debilitar el sistema inmune, aumentando la vulnerabilidad a infecciones respiratorias comunes, como el resfriado y la gripe.

• Alergias:

El aumento de la humedad ambiental promueve la proliferación de ácaros y hongos, que son alérgenos comunes. Esto puede desencadenar o empeorar los síntomas de la rinitis alérgica, como congestión nasal, estornudos y picazón en los ojos.