Un “Guggemheim” para la antigua fábrica de tabacos de Sevilla

Altadis dejará de ser sinónimo de tabacalera en la ciudad de Sevilla y la antigua fábrica se convertirá en un “elemento estrella” de la ciudad, un “lugar donde se genere riqueza en un entorno emblemático y singular”.

El proyecto está a día de hoy más cerca, una vez que la compañía propietaria de la fábrica de tabacos de Sevilla, ubicada en el barrio de Los Remedios, ha llegado a un acuerdo “histórico” con el Ayuntamiento hispalense.

Con este acuerdo se acaba, según el alcalde de Sevilla Juan Espadas, con una situación de bloqueo y de desencuentro de una década entre la propiedad de la fábrica y el Ayuntamiento.

Para el primer edil se resuelve una de las causas perdidas de la ciudad de Sevilla. El proceso a partir de ahora es el siguiente. La compañía tiene seis meses por delante para buscar un socio inversor que presente un proyecto singular en el que el cubo será el edificio central. Se quiere convertir a la antigua tabacalera en entorno emblemático que genere riqueza. Y el alcalde Juan Espadas lo tiene claro hay que ser ambicioso.

Por eso señala que hace falta que Altadis encuentre un inversor que instale en la antigua tabacalera un “proyecto equivalente al Guggenheim de Bilbao” y por tanto no es posible que “cualquiera vaya a invertir allí sin más sino que debe buscar un proyecto equivalente a la inversión que va a realizar y que genere los beneficios que justifiquen esa inversión”.

A partir de la llegada de ese inversor que sea capaz de plantear un “lugar mágico” , el ayuntamiento tendrá seis meses como máximo para darle el visto bueno y solo en ese momento se podrá ejecutar la modificación de uso de los terrenos que hará posible que en unos años Altadis pase a ser un entorno de disfrute para la ciudad.

Esta es la fase actual del proceso y de momento no se ha desvelado qué se va a ofrecer a los ciudadanos en ese futuro nuevo entorno. Lo que sí se sabe es que el proyecto contempla que un 84 por ciento de la superficie sea espacio público. El uso terciario, es decir, el destinado a negocios, se ubicará en el edificio del cubo. Además se podría incluir una zona de aparcamientos e incluso una pasarela que una este futuro entorno de la capital, con el muelle de Nueva York y el Palacio de San Telmo.