La manera imposible de romper un huevo que desconoces y dejará a todos boquiabiertos
Esta es una manera imposible de romper un huevo crudo que desconoces, con las que asombrarás a todos y los dejarás boquiabiertos
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Es un truco, pero no de magia, porque tiene su explicación científica. Eso sí, nada más invites a tus amigos a que lo hagan todos quedarán asombrados y boquiabiertos, pues lo primero que van a pensar es que estás escondiendo algún as debajo de la manga para quedarte con ellos.
Lo único que tienes que hacer es coger un huevo, ponerlo de manera vertical. Ahora coloca el dedo índice en la parte superior del huevo y el dedo pulgar en la parte inferior. Cuando estés preparado, aprieta sin miedo con todas tus fuerzas.
Seguro que estarás pensando, claro y reviento el huevo entre mis dedos y ya tengo hecho la gracia ¿no?
Tú inténtalo y si no lo consigues romperlo así, ve un poco más allá. Prueba con las dos manos, es decir, los dos dedos índice, uno sobre el otro, en la parte superior del huevo, y los dos pulgares, igualmente uno sobre el otro, en la parte inferior, y aprieta de nuevo fuerte.
Pues has de saber que aunque parezca todo lo contrario por la fragilidad que tiene un huevo, aunque no es absolutamente imposible, si es altamente improbable que consigas romperlo de esta manera.
No es un truco de magia ni mucho menos. Tiene su explicación lógica y científica. Si te das cuenta, el huevo tiene forma abovedada tanto en la parte superior como en la inferior, que es donde estás ejerciendo la presión con tus dedos. Y resulta que la bóveda es uno de los elementos constructivos más utilizados a lo largo de la historia hasta la aparición de nuevos materiales como el hormigón armado, por su gran capacidad para soportar el peso, el cual, en el caso del huevo redirige al resto del cascarón.
En el caso de las construcciones, el peso de las bóvedas se redirecciona hacia los muros, de ahí que la dificultad de este tipo de construcciones radicara en saber el espesor que debían de tener los mismos para poder soportar la bóveda.
Por lo tanto, al apretar el huevo en esos dos puntos lo que hace su forma de bóveda es distribuir la fuerza que ejercen nuestros dedos por todo el cascarón, por lo que es casi imposible que se rompa.
Ahora bien, si en lugar de presionar en esos dos puntos indicados lo hacéis en cualquier otra parte del huevo, la fuerza no se repartirá sino que se concentrará en dicho punto en concreto, por lo que es muy fácil romper la cáscara. Lo mismo sucede si la fuerza se ejerce desde el interior, de ahí que un pollito tenga con su pico la fuerza suficiente para romper el cascarón.
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