Las horribles consecuencias para tu salud de la manicura permanente

Cada vez son más las mujeres que, hartas de que sus uñas presenten un mal aspecto y hartas también de que el esmalte de siempre se deteriore en pocos días, optan por la manicura permanente en manos y pies, aunque a menudo desconocen los peligros que acarrea el uso excesivo de esta técnica que además es preciso que se haga por profesionales adecuados y con los productos menos agresivos que sea posible.

Sin embargo existe la tendencia a realizar una manicura permanente tras otra, sin dejar que descansen las uñas, y los dermatólogos insisten en que si se utiliza de forma continuada este tipo de esmaltes se pueden enmascarar enfermedades o signos de patologías renales, hepáticas, endocrinas y cutáneas ya que esta zona de nuestras manos es muy relevante para diagnosticar esos problemas.

LAS GRAVES CONSECUENCIAS DE LA MANICURA

Esta es solo una de las consecuencias que puede acarrear el abuso de la manicura permanente, pero hay más, ya que antes o después acaba provocando una o varias de las siguientes consecuencias indeseadas según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV):

- Daños en el aspecto de la uña natural con riesgo de que se vuelvan amarillentas o aparezcan fisuras o manchas blancas, granulomas de queratina, si abusamos de la manicura permanente.

- Se puede despegar la uña natural de la carne como consecuencia de la tracción de la postiza por mala colocación o desprendimiento.

- Alergias o dermatitis debidas al contacto con los productos utilizados.

- Eccemas en otras partes del cuerpo que se manifiesta con picores y puede aparecer en párpados, cuello, etc. Este es el problema más frecuente en el caso de esmaltes semipermanentes y que se podra solucionar si se utilizan esmaltes hipoalergénicos.

- Infecciones, causadas por hongos o bacterias.

- Mayor debilidad y menor brillo en las uñas naturales.

CONSEJOS A TENER EN CUENTA PARA TU MANICURA POSTIZA

Antes de colocarlas, se liman las uñas naturales y se pule la lámina ungueal para dejarla porosa y facilitar la adhesión de las capas de gel que se aplican después. Más adelante, cuando hay que retirar el gel y el esmalte es preciso volver a limar con lo que la uña va perdiendo progresivamente su dureza y muchas veces se llega a perder por completo la capa ungueal que es la que la protege y queda por tanto expuesta a infecciones por hongos o bacterias.

Además, en el proceso se utilizan productos desengrasantes, y si esto no se realiza de forma adecuada puede llegar a dañar la uña natural. En otros casos se utilizan moldes cuya fijación requiere de un adhesivo, el cionacrilato, que puede provocar una reacción alérgica a veces importante. Asimismo, estas uñas postizas se suelen colocar con un pincel y, después, se utiliza la luz ultravioleta para endurecerlas , de manera que en el proceso de secado encogen hasta un 20% pudiendo causar roturas, gietas, opresión y dolor agudo incluso.

Las uñas acrílicas, las más solicitadas, se realizan a base de una mezcla de sustancias químicas:  tienen componentes como polímero en polvo de polimetilmetacrilato, que incluye peróxido de benzoilo; resorcinol; eugenol; timol o la hidroquinona que comportan riesgos tales como una dermatitis , hinchazón alrededor de la uña , alteración de su color , e incluso rinoconjuntivitis y asma.

La organización de consumidores OCU advierte de que se exijan siempre productos de calidad y se tenga cuidado con los que se venden por Internet, en tanto que los expertos aconsejan moderación en el uso de geles y esmaltes, y en intentar hacer períodos de descanso para permitir a la uña recuperarse

Por su parte la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha propuesto a la Comisión Europea limitar el uso de lacas de uñas permanentes a profesionales de estética para que no se manipulen fuera de los centros especializados.

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