La nueva vida en la “Pequeña Ucrania de Sevilla” de 27 mujeres y niños que huyeron de la guerra

La “Pequeña Ucrania “ en Sevilla sigue creciendo. La colonia que se ha formado en la Fundación Madre Trinidad de la Calle Levíes de Sevilla cuenta ya con 27 mujeres y niños. Entre ellos numerosos menores como Alexandre, un bebé de 30 meses que llegó con lo puesto y que juega ya en las instalaciones ajeno a la guerra y a las bombas.

En el día a día en la Calle Levíes empiezan por tanto ya a escucharse las carreras y los juegos de los niños que han dejado atrás el conflicto bélico y varios benefactores han querido realizar donaciones anónimas. Lázaro Giner, presidente de la Fundación, hace de todas formas un llamamiento porque Madre Trinidad es una entidad sin ánimo de lucro y necesitan fondos con los que alimentar a esta nueva gran familia que se ha formado en sus instalaciones.

Por eso la propuesta de Lázaro con la que mover conciencias y que los sevillanos ayuden a quienes tienen que empezar una nueva vida entre nosotros es “Un euro cambia una vida”. Se trata de una campaña en la que proponer esa aportación de un euro entre Hermandades de la capital para crear un fondo con el que hacer frente a la alimentación de estas familias.

Con esa pequeña aportación, “ese pequeño gesto, estaremos colaborando y cambiando la vida de mujeres y niños que han dejado todo lo que tenían bajo los escombros”.

Además para darles lo antes posible algo de rutina y de normalidad a los más pequeños, ya ha iniciado los trámites para que los mayores puedan volver al colegio y la abuela de Albina y Radmir ,-los primeros menores en llegar a la Fundación-, confirmaba en COPE que ya les han tomado medidas para hacerles el uniforme del colegio de las Mercedarias donde los dos irán a clase y donde acudirán el resto de niños que estén en edad escolar y que han llegado con sus madres.

Además en la Fundación se trabaja también para abrir un nuevo camino a las mujeres ucranianas que viven en las instalaciones y a todas las que lleguen a Sevilla. El presidente se ha reunido ya con alumnos de la Facultad de Filología para que puedan encargarse de impartir clases de español en una sala de proyecciones. Si todo marcha según lo previsto en breve podrían comenzar las clases en la Fundación. Ya se han presentado como voluntarios una veintena de estudiantes que tienen ganas e ilusión por impartir las lecciones de español y por ayudar a que estos refugiados se integren cuanto antes en nuestra sociedad.

El responsable de Madre Trinidad está gestionando igualmente instalar en la Fundación el bufete de abogados de Oxana, llegada a Sevilla desde Ucrania y que en su ciudad Jarke disponía de un despacho al que había dado el nombre de “Giralda”.

Las integrantes de esta pequeña comunidad sólo tienen mensajes de agradecimiento para Sevilla y para España. Pero ahora que tienen garantizado un techo bajo el que dormir y un plato de comida asegurada, buscan trabajo como confirmaba una de las nuevas vecinas de la Fundación Lidia, que llegó con su hija y sus nietos tras nueve días de viaje en coche y llorando sin saber donde iba a alojar a su familia o cuál iba a ser su futuro.

De momento Lidia tiene ya trabajo en la Fundación donde ha sido contratada por su experiencia en el cuidado de personas mayores y niños y por sus conocimientos de español. Será un importante refuerzo para atender a las quince señoras octogenarias que residen de manera permanente en las instalaciones y que desde hace unas semanas comparten día a día con una nueva gran familia llegada desde Ucrania.