Rosa María, invidente de Sevilla y Sugar, su pareja perfecta:“Ya no concibo mi vida sin ella”
Llevan un año de convivencia y son inseparables
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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Rosa María y Sugar son la “pareja perfecta”. Llevan un año juntas y su convivencia ha sido redonda. Tanto que Rosa María dice con rotundidad que ya “no concibo mi vida sin Sugar”.
Lo suyo fue un flechazo, amor a primera vista. Cuando esta perra de raza Labradora de color canela entró en la rutina de Rosa María, se hizo completamente imprescindible.
Porque como cuenta Rosa María, “ir del punto A al punto B para mí era prácticamente imposible y ahora ni me doy cuenta y digo, anda, ya estoy aquí”. Sugar es una perra guía y como otros perros guía hace a su dueña mucho más autónoma y “me permite salir a la calle con total confianza”.
De hecho van juntas a todas partes, “al médico, si me quiero tomar un café en un bar, al cine, a mis clases de canto, a la Universidad”. Y en casa “es terapéutica, está siempre muy pendiente, muy alegre, es la primera que en cualquier fiesta está pegando saltos”.
Sugar como otros perros guía, ha sido educada y entrenada para atender a sus dueños. Pero como dice Rosa María, aunque es muy buena, sigue siendo un perro. Por eso hay ciertos comportamientos con los que todos podemos colaborar y ayudar a que no se desvíen de su obligación.
Por ejemplo, Rosa María explica los motivos por los que no se debe dar de comer a un perro guía. Y es debido a que los perros “tienen su dieta supervisada por un veterinario, los perros como las personas pueden sufrir alergias o intolerancias”.
En ocasiones quienes ven a los perros tiene tendencia a ofrecer un alimento y claro “ellos no te van a decir que eso no lo pueden tomar, ellos piden, quieren eso, ponen ojos, pero darles algunos alimentos puede ser peligroso” y aunque sea solo “una descomposición temporal, puede suponer que ese día no podamos salir a la calle, o imaginemos la dificultad de recoger heces líquidas” para personas invidentes.
No es el único hábito que puede ser contraproducente en el caso de los perros guía. También se recomienda no tener perros sueltos cerca de ellos, porque el perro guía “se pone nervioso, un perro suelto puede dejar caer a un invidente si se cruza por delante y si nuestro perro se va a saludar al “amiguito” nos podemos desorientar”.
Las reivindicaciones por la seguridad de los invidentes en el Día Internacional del Perro Guía
Estas realidades son las que se intenta hacer más visibles con motivo del Día Internacional del Perro Guía. Una fecha para solicitar la colaboración ciudadana para evitar distraerlos mientras acompañan a una persona ciega.
En esta ocasión, “No les dé comida, solo come la suya”, es el lema de la reivindicación en cinco millones de cupones por la salud de los perros y la seguridad de los usuarios.
Los 1.000 perros guía de la ONCE recuerdan además su derecho de acceso al transporte público o de uso público, que no se les debe acariciar sin pedir permiso, ni tocar su arnés, entre otras cuestiones. Ellos son los ojos de las personas invidentes y si no se respetan estas normas se pone en juego la seguridad de sus dueños.