Avanzan las obras de la autovía Huesca-Sietamo y aprecian los cambios en el entorno

El restaurante Venta de Quicena  ya ha desaparecido

Restaurante Venta de Quicena

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hace algunos meses que comenzaban las obras de este tramo tan demandao de la autovia A-22 que une la capital altoaragonesa con Sietamo.

Son las obras de construcción del tramo de autovía de 12,8 kilómetros entre Siétamo y la capital oscense, el único que falta para completar la A-22 (Huesca-Lérida).

Las máquinas comenzaron a trabajar, pero a un ritmo lento, y en las últimas semanas ha sido cuando se ha visto más movimiento.

Cuando se circula por la actual N-240 se aprecia algunos de los efectos y cambios del entorno como la desaparición del que fue “Restaurante Venta de Quicena”. Este trazado contará con dos viaductos, siete pasos superiores y siete inferiores, para dar solución a todos los accesos actuales, ya que atraviesa cuatro municipios -Siétamo, Loporzano, Quicena y Huesca- con las entradas a pueblos y fincas y paso por vías pecuarias que será necesario restituir. El viaducto más relevante será el que salvará el río Flumen de 100 metros de longitud. La obra está previsto que finalice en 2021 tras una inversión de 46,7 millones de euros. Son 8 kilómetros de nuevo trazado, mientras que el resto será un desdoblamiento de la actual N-240, justo la parte que corresponde con la ronda norte de Huesca hasta el enlace con la A-23 (Huesca-Jaca). De este modo, con estos 12,8 kilómetros se unirán la A-22 desde Lérida con la A-23 hacia Jaca (y por supuesto, hacia Zaragoza) y la A-21 hasta Pamplona, ambas con tramos todavía en ejecución o incluso sin iniciarse los trabajos.

Mientras tanto continúan también las obras en otros tramos.

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