Don Julián Ruiz deja Huesca con tristeza y asume su nuevo cometido con vértigo e ilusión

El administrador diocesano de Huesca y de Jaca y durante casi 13 años obispo de ambas diócesis, Don Julián Ruiz Martorell, tomará posesión como obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara este sábado 23 de diciembre. Este jueves ha pasado por los micrófonos de Cope Huesca para despedirse de todos los oscenses, a los que ha deseado feliz Navidad.

Desde que se conociera la noticia de su nombramiento como obispo electo de Sigüenza-Guadalajara, las muestras de afecto y cariño se han sucedido tanto en Jaca, donde Don Julián Ruiz se despidió de sus fieles el pasado viernes como en Huesca, donde hizo lo propio el pasado domingo. Dos jornadas que ha resaltado. “Para mi han sido dos jornadas de agradecimiento, de reconocimiento de la labor de tantas personas que me han acompañado a lo largo de estos años y también de un sentimiento de tristeza, porque me apena dejar estas tierras, pero simultáneamente de gozo, porque cumplo la voluntad de Dios y la decisión del Santo Padre”.

En este punto, también ha agradecido el cariño recibido. “Es extraordinario siempre el cariño que se muestra, el afecto, el sentimiento que se verbaliza y que surge también por los poros, tantas personas sencillas que han querido decir gracias y le deseamos lo mejor” y “sorprende porque seguramente es inmerecido, pero alegra porque es un reconocimiento no sólo de la labor personal que he podido realizar, sino también de la labor que la iglesia ha realizado en Huesca y en Jaca”.

Al ser preguntado por el debe, se ha referido al conflicto histórico a cuenta de los bienes y espera que se resuelva definitivamente, gracias a una orientación de la Santa sede a través de la Nunciatura Apostólica.

Don Julián tomó posesión del obispado de Huesca el 5 de marzo de 2011 en la catedral oscense y al día siguiente tomó posesión de la diócesis de Jaca en la Catedral de San Pedro. Sustituyó en el cargo, en ambas diócesis, a don Jesús Sanz Montes, actual arzobispo de Oviedo, siendo el segundo pastor que ha compaginado las jurisdicciones episcopales de Jaca y Huesca, unidas in persona episcopi, obligándole a alternar sus presencias y estancias entre las dos sedes. La fórmula permite a cada una de ellas seguir manteniendo su independencias, autonomía y su propia estructura organizativa.

Ha vivido buenos momentos y otros no tan buenos, pero su balance es positivo. Le apena dejar esta tierra y siente algo de vértigo para con su nuevo cometido, que al mismo tiempo le produce ilusión.

A dos días de su toma de posición como obispo de Sigüenza Guadalajara ha deseado a todos los oscenses, Feliz Navidad y ha deseado que se pueda celebrar la Navidad como una fiesta de alegría.