Rescatadas once personas atrapadas en una cueva del barranco de la Foz de Fago

La Guardia Civil destaca la gran complejidad que suponía acceder a la zona donde habían quedado atrapados los barranquistas, tanto mediante ciclos de grúa con el caudal tan elevado como por la pared en horas nocturnas, de forma que fue necesario esperar a que remitiera la cantidad de agua que bajaba y para esperar a esta mañana para recogerlos en el helicóptero o evacuarlos a través de una tirolina.

Complicado rescate en la Foz de Fago

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Guardia Civil ha rescatado ilesas a once personas que han tenido que pasar la noche en una cueva tras quedar atrapadas cuando descendían el barranco de la Foz de Fago, en Huesca, por la subida súbita del caudal por las fuertes lluvias registradas.

Según ha informado la Guardia Civil de Huesca, el sábado, en torno a las 16.30 horas un barranquista que había conseguido finalizar el recorrido avisó a los agentes de que un numeroso grupo de personas que descendían tras él podían estar en problemas, dado que no habían llegado al final. Una patrulla de seguridad ciudadana de la Guardia Civil de Ansó comprobó que en los aparcamientos cercanos a las zonas de entrada y salida del barranco quedaban vehículos estacionados y al contactar con las empresas de turismo activo, tuvo conocimiento de que uno de los guías no había contactado, aunque el retraso todavía no había resultado preocupante.

A la zona se desplazó la Unidad Aérea con personal de refuerzo de la Sección de Montaña de la Guardia Civil de Jaca para sobrevolar la zona, y avistaron a tres personas haciendo señales que estaban atrapadas en el barranco, que lleva un caudal fortísimo por las tormentas registradas por la mañana, en una zona que parecía que tenía una pequeña cavidad. Mediante un ciclo de grúa de 55 metros, el máximo de capacidad de la grúa, los agentes intentaron acceder hasta los barranquistas y el guía tuvo que lanzar una cuerda al especialista de montaña para que pudiera acceder hasta la cavidad, en cuyo interior se encontraban otros ocho barranquistas a su cargo y otras dos personas que se habían unido al grupo al no poder continuar el descenso por el caudal y fuerza de la corriente.

Todos los barranquistas se encontraban ilesos aunque tenían ligera hipotermia, por lo que se les proporcionó comida y bebida caliente, mantas térmicas y abrigo. Dado que el caudal del río continúo ascendiendo, tuvieron que introducirse en la cueva, ya que fue imposible recogerlos mediante ciclos de grúa o salir del lugar por otro medio.

Ante esa situación, el helicóptero de la Guardia Civil se dirigió a Jaca, donde recogió a dos especialistas más de la sección de montaña con más material para intentar colocar una instalación de cuerdas.

Ya a últimas horas del día el helicóptero dejó a los especialistas en una repisa a 120 metros por encima de la cueva donde se encontraban los barranquistas, a los que accedieron en torno a la una de la madrugada, y les proporcionaron más abrigo y comida caliente. Además, dispusieron una tirolina por si el caudal aumentaba y llegaba a cubrir la cueva, para poder abandonar el lugar y sacar a los barranquistas a pesar de ser una maniobra delicada de realizar sin luz y dada la altitud de la pared.

Tras pasar la noche en la cueva sin que el caudal aumentase y con las primeras horas del día, una vez que la cantidad de agua y la fuerza habían remitido, el helicóptero de la Guardia Civil de Huesca se ha dirigido al lugar y mediante 7 ciclos de grúa ha evacuado a 11 personas y ha finalizado el rescate en torno a las 10.00 horas. La Guardia Civil destaca la gran complejidad que suponía acceder a la zona donde habían quedado atrapados los barranquistas, tanto mediante ciclos de grúa con el caudal tan elevado como por la pared en horas nocturnas, de forma que fue necesario esperar a que remitiera la cantidad de agua que bajaba y para esperar a esta mañana para recogerlos en el helicóptero o evacuarlos a través de una tirolina. En el caso de que el barranco hubiese aumentado más su caudal, habría cubierto la cueva, lo que podía haber tenido un fatal desenlace, subraya la Guardia Civil.