La Diócesis de Teruel y Albarracín organiza por primera vez una peregrinación a Lourdes

80 personas viajaron desde Teruel al santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, para participar en una peregrinación del 19 al 22 de julio.

La iniciativa parte de la Hospitalidad de Lourdes de la diócesis de Teruel y Albarracín, una organización católica que vela por el cuidado y acompañamiento de los enfermos, además de organizar otro tipo de actividades como la peregrinación al santuario mariano.

En este caso, era la primera vez que se organizaba una peregrinación en solitario desde la diócesis turolense, ya que el año pasado se hizo junto a la Hospitalidad de Zaragoza. Su presidenta, Pilar Alcalá, admite que «al principio hubo nervios, pues no sabíamos cómo iba a salir la cosa. Empezábamos desde cero, no teníamos voluntarios… Pero al final conseguimos ir 80 personas entre voluntarios, peregrinos y personas vulnerables».

Isamari es una de las participantes de esa peregrinación y ha pasado por los micrófonos de COPE para contarnos que ha sido una experiencia maravillosa. Es la tercera vez que peregrinaba a Lourdes pero, sin duda, para ella ha sido la más especial. Más aún teniendo en cuenta que ha sido la primera vez que se ha organizado íntegramente desde Teruel. El motivo es que las fechas en las que se bajaba desde Zaragoza coincidía con la Vaquilla del Ángel y, claro, no se lo querían perder.

Para Isamari, «ha sido una experiencia muy positiva», asegura mientras agradece a la presidenta «que haya sabido pelear para que Teruel estuviera en lo más alto, ya que nuestros peregrinos estuvieron participando en todos los actos importantes». Entre los momentos que más emoción les ha despertado, coinciden en señalar «la procesión de las antorchas y la Misa Internacional, en la que hubo participación de los peregrinos turolenses, ayudando a dar la comunión y leyendo la oración de fieles».

La presidenta de la Hospitalidad anima a quienes se sientan llamados a hacer algo por los demás a que se sumen a la labor que desarrollan en Teruel y sus pueblos. «Seguimos necesitando voluntarios», concluye Alcalá, quien ha agradecido la generosidad de los nuevos voluntarios, así como de los sanitarios que han colaborado, y también el apoyo del obispo, José Antonio Satué.