La provincia de Teruel pierde efectivos: el cuartel de Ariño cierra y la AUGC alerta de que faltan agentes
Con este cierre, el despliegue de la benemérita en de la provincia en Teruel se queda con 31 puestos o cuarteles

Teruel - Publicado el
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El cuartel de la Guardia Civil de Ariño ha cerrado definitivamente sus puertas. La falta de agentes ha llevado a su clausura tras años de una agonía anunciada. A partir de ahora, los vecinos de Ariño, Oliete y Alacón serán atendidos desde los cuarteles de Albalate del Arzobispo y Muniesa. Este cierre pone de manifiesto la preocupante falta de efectivos en la provincia de Teruel, donde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) advierte de la posible desaparición de más unidades en el futuro.
Un cierre anunciado
El cuartel de Ariño llevaba tiempo funcionando de manera prácticamente simbólica. Según José Javier Armero, secretario general de la AUGC en Teruel, la instalación apenas contaba con un agente, lo que hacía imposible su operatividad. Esta situación se agravó tras el derribo del antiguo edificio en 2014 debido a problemas estructurales, obligando a los agentes a trasladarse a unas dependencias municipales cedidas temporalmente. Sin embargo, varios factores, entre ellos la baja demanda del destino hicieron que, poco a poco, el puesto quedara vacío.
“La atención ciudadana ya la estaban realizando otras unidades de la Guardia Civil. Es un problema que se ha ido agravando con el tiempo y que afecta a toda la provincia”, ha explicado Armero en COPE. Además, en los últimos días, la plantilla de la Guardia Civil en la provincia ha sufrido la pérdida de 22 agentes debido a nuevos destinos, lo que agrava aún más la situación.
Un problema que afecta a toda la provincia
La falta de efectivos no es un problema exclusivo de Ariño. Teruel llegó a contar con 900 agentes en el pasado, pero en la actualidad solo dispone de unos 650, lo que genera un déficit importante: “Nunca vamos a estar al 100%, pero el número de efectivos ha bajado y los medios no han avanzado lo suficiente para compensarlo”. Para que te hagas una idea, en la provincia de Huesca hay unos 350 más que en Teruel y en Zaragoza más del doble.
Además, la provincia enfrenta otro reto: la dificultad para retener a los agentes que llegan destinados a la zona. Muchos de ellos no trasladan a sus familias a Teruel, lo que evidencia que ven su paso por la provincia como algo temporal. “Cuando un guardia civil viene sin su familia, está claro que se marchará en cuanto pueda. Teruel siempre ha sido una comandancia de paso”, lamentan desde la AUGC.
Reorganización y más patrullas como solución
Ante esta problemática, la AUGC propone una reorganización de la Guardia Civil, apostando por la concentración de unidades en menos cuarteles, pero con más agentes y más patrullas en la calle. “Es fundamental que se garantice un servicio rápido y eficaz. Las urgencias son urgencias y hay que atenderlas en el menor tiempo posible”.