Cinco consejos para evitar las molestias más comunes de los oídos en verano

Los cambios de presión o los taponamientos por culpa del agua son algunas de las dolencias más comunes que pueden sufrir nuestros oídos en esta época

oidos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Los viajes, los vuelos y el agua, son los aliados que más son acompañan en los veranos además del sol y el calor. Buscamos estas situaciones para descansar y disfrutar, pero también en las que, al salir de nuestra rutina, algunos elementos, como nuestros oídos más pueden resentirse. Los expertos en Salud Auditiva de ALAIN AFFLELOU Audiólogo nos explican los cinco consejos clave para que cuidemos de nuestros oídos en la temporada estival:

1. Ojo con la presión. Al coger un vuelo, o al viajar en coche es muy común sufrir los cambios de presión en nuestros oídos, lo que generalmente nos aportan dolencias muy molestas. Mascar chicle, comer un caramelo, bostezar o imitar el mismo gesto, para ayudar a la salivación y equilibrar la presión de los oídos.

2. Mantén los oídos lo más secos posibles. Al zambullirnos en el agua y bucear es muy posible que el agua se meta en nuestros oídos y nos cause una sensación de taponamiento. Para intentar mantenerlos limpios y secos, así como también prevenir posibles infecciones auditivas, se recomienda el uso de tapones de buceo especiales y homologados, siempre bajo la supervisión de un Audiólogo, ya que protegen al oído de descompensaciones por presión evitando que sufra el tímpano. Si no podemos contar con este tipo de protectores, es recomendable, tras el baño, secar bien la parte externa de los oídos con la toalla.

3. Usa la fuerza de la gravedad como aliada. Si a pesar de secar los oídos sigues notando molestias y taponamiento en el oído interno, recuéstate sobre una toalla limpia y seca del lado que te incomode, únicamente por la zona externa. La combinación de esta postura con el calor natural que se genera ayudará a drenar el agua que quede en el conducto auditivo y ayudará a destaponar los oídos.

4. Limpiar los oídos cuando nos duchamos. Los oídos son una estructura muy sensible por lo que, para evitar daños que pueden ser irreversibles, nunca hay que recurrir a bastoncillos u otro tipo de objetos para destaponarlos. Los cuerpos extraños pueden provocar lesiones en esta zona tan sensible y, además, al retirar el cerumen, los oídos quedan más vulnerables ante infecciones. Los expertos aconsejan limpiar los oídos durante la ducha o el baño, ya que tenemos la piel húmeda y el más fácil retirar el cerumen.

5. Evitar los cambios drásticos de temperatura. Al salir y entrar del calor de la calle a los interiores con aire acondicionado, podemos sufrir unos cambios de temperaturas muy drásticos que pueden incidir en nuestros oídos provocando dolores y molestias, por lo que es aconsejable evitar recibir el aire frío de manera directa.

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