La DPZ coloca códigos QR en las principales obras de su colección artística
Se han señalizado 92 cuadros, esculturas y otros objetos ubicados en los espacios más representativos y transitados de la institución que ofrecen información completa y asequible
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Diputación de Zaragoza ha colocado cartelas y códigos QR para da a conocer las obras más importantes de sus colección artística. En total se han señalizado 92 de las más de 3.300 piezas con las que cuenta la institución que ofrecen información completa y asequible sobre la obra y sobre si historia.
Esta nueva señalización se ha instalado en las obras más destacadas, situadas en los espacios más representativos de la sede de la institución, a los que acceden tanto los ciudadanos como invitados y autoridades. El objetivo es que la principal información alusiva a dichas obras resulte directamente asequible al contemplarlas y redunde en su puesta en valor.
Las cartelas identificativas muestran el autor, el título, la cronología, la técnica y el número de inventario de cada obra. Incluyen además un código QR que reporta directamente a la ficha catalográfica de la aplicación Ars Catalogi, una herramienta informática creada expresamente para dar a conocer la colección artística de la Diputación de Zaragoza. El diseño y confección de las cartelas ha sido encomendado a la empresa Arte por Cuatro.
La Diputación de Zaragoza, como institución de larga tradición que ya está próxima a cumplir los dos siglos de existencia, ha atesorado a lo largo de su historia un espléndido patrimonio artístico formado por bienes de muy diversa índole. Cuadros, esculturas, retablos, grabados, objetos de plata, fotografías y otras formas de expresión artística componen en el momento actual un total de más 3.300 obras, algunas debidas a renombrados creadores como Francisco de Goya en su faceta de grabador, los escultores Pablo Gargallo y Pablo Serrano o el pintor Antonio Saura.
El primer patrimonio artístico que poseyó la Diputación de Zaragoza fue la Real Capilla de Santa Isabel, en virtud de una Real Orden de 1842 por la que este templo, con sus retablos y demás dotaciones muebles, le fue cedido. En 1858 quedó concluida la construcción del primitivo palacio provincial, que pronto acogió las primeras obras artísticas, empezando por el conjunto escultórico monumental que exornaba su fachada y patio, del que hoy tan solo se conserva una serie de medallones de reyes esculpidos por Antonio Palao.
Las primeras pinturas sobre lienzo, atentas al gusto historicista entonces imperante, vinieron de la mano de aquellos artistas que empezaron a ser pensionados por la DPZ para ampliar estudios artísticos en París o Roma: Eduardo López del Plano, Agustín Salinas y Mariano Barbasán.
En virtud de un decreto del año 1868 quedaron suprimidas las juntas provinciales de beneficencia que regentaban establecimientos asistenciales, pasando estos a depender de las diputaciones provinciales. Como consecuencia, la DPZ asumió la propiedad del hospital de Nuestra Señora de Gracia, el cementerio de la Cartuja, la Real Casa de Misericordia (luego Hogar Pignatelli), la plaza de toros de la Misericordia y el Hogar Doz de Tarazona y con ellos su voluminoso legado artístico, ligado a estos inmuebles, en gran parte de carácter religioso y época barroca. Muy destacada es, además, una galería de retratos de benefactores de la beneficencia, la mayoría trabajos academicistas del siglo XIX.
Pensionados y becarios, beneficiados por sucesivas convocatorias, siguieron contribuyendo a ampliar el patrimonio artístico durante el siglo XX, destacando especialmente las figuras de Francisco Marín Bagüés y Félix Burriel, a las que se suman otras como Julio García Condoy o Mª Pilar Burges.
La construcción del nuevo palacio provincial finalizó en 1952, estimulando el interés por adquirir nuevas obras para su decoración. Tan solo un año antes se había comprado a la viuda de Juan José Gárate su emblemática ‘Vista de Zaragoza’. La DPZ posee varias obras más de este artista y por entonces empezaba a tomar cuerpo la galería de retratos de presidentes de la institución que hoy arranca con la efigie de Manuel Pérez Lizano, asesinado en 1936.
El patrimonio artístico de la institución ha ido creciendo hasta alcanzar las 3.354 piezas catalogadas. Con arreglo a criterios museográficos, toda la información técnica sobre ellas se administra a través de la aplicación Ars Catalogi, expresamente creada para dicha función. Constituye una extensa y pormenorizada base de datos que, además, es de libre disposición para el público en general en internet.