¿Cómo hacer frente de forma saludable a los propósitos de Año Nuevo?

Con el comienzo de cada año, siempre llegan las nuevas metas. Los propósitos de Año Nuevo son un objetivo habitual, pero no siempre son fáciles de cumplir.

Aprender inglés, ir al gimnasio o tener una vida más saludable son algunos de los propósitos más recurrentes. Viajar más o disfrutar de nuestro tiempo libre con familiares y amigos son otros de los retos cada vez que empieza un nuevo año. Para que estos propósitos lleguen a buen puerto lo más importante es no realizar una lista muy larga sino focalizarnos en lo fundamental.

"Hay que renunciar a una larga lista de deseos. Lo mejor es escribir tres y tachar dos, es decir, quedarnos con nuestro propósito más importante para poder crear rutinas y cumplir el objetivo elegido. Además, no debemos centrarnos solo en la mesa sino trabajar en el proceso", nos cuenta en COPE, el psicólogo Carlos Sanz.

La rutina y las obligaciones laborales nos hacen que muchas veces, no podamos cumplir estos propósitos. De ahí la importancia de la cercanía y la disponibilidad: "Es clave que nuestros propósito sea algo cercano, fácil y sencillo. Por ejemplo, no te apuntes al gimnasio más lujoso del centro de la ciudad, sino búscate uno al lado de tu casa. Aumentará la probabilidad de que vayas al gimnasio cuanto más cerca lo tengas. El tema de la disponibilidad y la cercanía aumenta enormemente las posibilidades de que llevemos a cabo nuestro propósito".

Para llegar al éxito en nuestros propósitos de Año Nuevo también es importante ser realistas e ir poco a poco. Establecer una recompensa cada vez que logremos un nuevo reto es otra de las claves para mantener la motivación.

Y sobre todo, adaptarnos a nuestra situación y no dejarnos llevar por las redes sociales. "Tenemos una epidemia de gente que predica la motivación desde el resultado como si fuera un anuncio de teletienda. Es todo marketing. Hinchan la motivación. Esa cosa a la que llamamos `fuerza de voluntad´ es un término muy abstracto. Lo que tenemos que hacer es cambiar las contingencias. Por ejemplo, si tenemos unas pesas en casa y las dejamos encima de la mesa será más fácil que las usemos. Si hacemos la compra y compramos alimentos sanos, es más sencillo que comamos de forma saludable porque no disponemos de otros alimentos en nuestra nevera", afirma Sanz en COPE.