Dos detenidos por trata de seres humanos en Zaragoza
Explotaban sexualmente a, al menos, una mujer en contra de su voluntad. Realizaban ritos de vudú para amenazar a la víctima

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Policía Nacional libera a una víctima de trata de seres humanos y detiene a sus explotadores que extorsionaban sexualmente a la mujer mediante técnicas de vudú y otros rituales religiosos. Los detenidos tienen 33 y 23 años y se les acusa de un presunto delito de trata de seres humanos para la explotación sexual.
La investigación se inició a raíz de una denuncia mediante correo electrónico (trata@policia.es) en el Servicio de Atención a las Víctimas de Trata. Un ciudadano aportó datos sobre una mujer que podría estar siendo explotada. La Brigada de Extranjería estableció un dispositivo para comprobar la veracidad de la información aportada y no tardó en dar con la víctima.
Cuando la mujer fue localizada manifestó a los agentes que se encontraba obligada a prostituirse en contra de su voluntad, amenazada y coaccionada. Esa situación se venía produciendo desde finales del año 2019. Los detenidos le retiraron a la víctima su pasaporte y le amenazaron con represalias hacia su familia en su país de origen si no aceptaba las condiciones de explotación impuestas.
RITOS DE VUDÚ
Tras la liberación de la víctima, los investigadores se centraron en la búsqueda y detención de los responsables de la mencionada explotación sexual, dando como resultado la detención de un varón y una mujer de la misma nacionalidad que la víctima. En el domicilio del domicilio donde se explotaba sexualmente a la víctima se localizó abundante documentación relativa al control de los servicios sexuales que allí se prestaban, tales como precios, tarifas y horarios de las víctimas, que llegaban a trabajar hasta jornadas de 24 horas.
Igualmente, durante el registro se hallaron sustancias estupefacientes, las cuales eran utilizadas tanto para el consumo de las víctimas como para el suministro de los clientes. A los agentes actuantes les llamó la atención un altar encontrado en el piso y del que se supo según la propia víctima, que era utilizado para amenazar a las chicas mediante rituales religiosos y sacrificio de animales.