La investigación sobre el tornillo encontrado en un menú escolar en Zaragoza no aclara su procedencia

¿Recuerdas el tornillo que apareció en un plato de judías en el comedor del colegio Hilarión Gimeno de Zaragoza? El departamento de Educación abrió entonces una investigación para esclarecer lo sucedido. La consejera, Tomasa Hernández, dijo entonces que las empresas tenían que garantizar la calidad y la higiene y que, si era necesario rescindir un contrato, se haría.

Han pasado casi dos semanas desde que la plataforma 'Come pública', que lucha por unos comedores de calidad en los colegios, dio la voz de alarma. Sucedió en un sistema de línea fría, igual que el caso del arroz con tomate con sabor 'extraño' que tuvo que retirarse en varios centros educativos.

Sin embargo, los informes que maneja la administración no han podido determinar el origen del tornillo, que supuestamente fue hallado en un plato de alubias rojas con verdura.

El Gobierno de Aragón ha recibido ya el informe preliminar de la contrata y las conclusiones iniciales señalan que, tras las revisión de las instalaciones de cocina, ingredientes y proceso de elaboración del plato, no se han detectado incidencias en ninguna de las etapas del proceso.

Los proveedores de las verduras y de las alubias pintas, una marca “de primera categoría” según fuentes del departamento de Educación, han aportado los informes en los que descartan que el tornillo proceda de sus instalaciones. De hecho, cuentan con imanes y procedimientos de detección de cuerpos extraños en producción y embalaje.

Además, tanto el gestor de la empresa como Sanidad, que realizó una inspección no programada, comprobaron el estado de equipos e instalaciones sin que se evidenciaran incidencias.

En estos momentos, quedan pendientes de recibir dos informes: el de mantenimiento de la cocina central, por parte de la empresa que lo hace; y el del proveedor de la salsa de tomate, que es fabricante y distribuidor. A falta de estos dos últimos informes, no es posible determinar el origen del tornillo relacionado con el incidente descrito. 

Educación señala que, a la vista de la información con la que cuenta, la incorporación del tornillo "se pudo haber producido tras la puesta a disposición de los alimentos al alumno".

PRUDENCIA

Desde el departamento de Educación han pedido prudencia porque aseguran que “ni el horno, la marmita, los cazos, el gastronor (las bandejas y cubetas que se usan habitualmente en los sistemas de catering), ni las ollas llevan tornillo alguno”.

Apuntan, además, que el niño entregó “el tornillo limpio a una monitora en la mano sin que nadie pudiera ver su procedencia”. El menor estudia 6º de Primaria.

En cualquier caso, la empresa responsable del servicio el día de los hechos, Gastronomía Baska, ha dejado de servir en muchos colegios de Zaragoza. El motivo no guarda relación con este suceso sino con la pérdida del concurso público. Las nuevas concesionarias tendrían que haber comenzado a operar a principio de curso, pero los recursos al TACPA (Tribunal de Contratos Públicos de Aragón) por parte de algunas compañías han ido retrasando el proceso.

Las empresas de comedor que han ganado los diferentes lotes del concurso han comenzado a operar de forma escalonada. Se da la circunstancia de que Gastronomía Baska ha perdido gran parte de la concesión a comienzos de este mes de marzo.

Serunión, la empresa que sirvió el arroz con tomate que fue investigado por su extraño sabor (aunque la investigación no ha determinado ninguna deficiencia) también ha perdido la mayoría de los lotes que tenía.