Un vecino de Avilés sale a dar un paseo por la noche y no da crédito a lo que encuentra en plena calle: gran expectación

Asustada y sin rumbo. Una nutria de pequeño tamaño ha sido la gran protagonista, el pasado jueves, en el centro de Avilés. La presencia de este mustélido ha llamado la atención de vecinos y comerciantes; que la han visto corretear durante un buen rato por la calle de La Cámara de la ciudad asturiana. A pesar de los intentos de varios viandantes de capturarla, ha sido necesaria la presencia de la Policía Local para conseguirlo. Y no ha sido fácil.

Los agentes han tardado una media hora en capturar al animal y meterlo en una caja. Posteriormente, lo han retenido en el espacio del cajero automático de la sucursal que el banco BBVA tiene en la calle, junto al centro comercial El Atrio, para mantenerlo a salvo. 

La situación, unida al despliegue policial junto a una oficina bancaria (con coches y motos del cuerpo municipal, ha generado gran expectación en la zona, con decenas de personas esperando el desenlace. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) se ha hecho cargo de la nutria; que, según La Voz de Avilés, habría mordido a una persona: mordiscos leves en una mano. 

Ver a una nutria es sorprendente en la calle de La Cámara, pero no en la Villa del Adelantado. De hecho, no es extraño ver alguna en la ría de Avilés. 

Otras nutrias en Gijón

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También en Gijón, en el curso alto del río Piles, donde hay controladas dos ejemplares. Uno de ellos, fue grabado en vídeo por un vecino que paseaba por la zona de El Molinón. Según CEPESMA (la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas), el animal habría bajado el cauce en busca de alimentos. 

 "Les gusta comer crustáceos, también comen peces, les encanta el pulpo y las anguilas; y el placer gastronómico de las nutrias son las truchas y el salmón", explica su presidente, Luis Laria, que añade que, "si no tienen otro recurso, las nutrias pueden comer algún muil, ranas o sapos".

La presencia de nutrias en cauces fluviales o estuarios, por otra parte, está considerado como un buen indicador de la calidad ambiental del agua, ya que estos animales evitan la contaminación.

La Foca de Avilés, en el parque del Muelle

Aunque la nutria correteando en pleno centro de Avilés ha dado mucho que hablar, los vecinos de la Villa del Adelantado están acostumbrados a ver otros animales salvajes; como los jabalíes que, en los últimos años, se han acercado, cada vez más, a la zona urbana. Y, sobre todo, la famosa Foca de Avilés, que llegó a la ría en diciembre de 1951 y que ha dejado rastro.

Entonces, la ciudad tenía poco más de 20.000 habitantes; pero comenzaba a crecer al calor de Ensidesa y su fábrica siderúrgica, que atrajo trabajadores de toda España. La foca no se quiso perder ese boom; pero, según constatan las crónicas de la época, desapareció de Avilés sin dejar rastro. Al parecer, unas obras en la ría, donde se había asentado, podrían haberla espantado. 

Su recuerdo, sin embargo, enraizó en la ciudad y el Ayuntamiento le dedicó un homenaje, con una escultura, que luce ahora en el parque del Muelle; cerca, precisamente, de la ría de Avilés.