Gijón recupera un oficio histórico para luchar contra la soledad no deseada de los mayores
El plan impulsado por el Ayuntamiento para ayudar a los 8.000 mayores de 80 años que viven sin compañía en la ciudad implica a comercios, farmacias... ¡Y a los serenos!
Asturias - Publicado el
2 min lectura
Los serenos, los encargados nocturno de vigilar las calles de las ciudades hasta finales del siglo XX, han vuelto a algunas localidades de España, pero con unas funciones adaptadas a la realidad del siglo XXI. Labores como regular el alumbrado público o abrir los portales han dejado paso a recoger objetos perdidos, avisar a la Policía en caso de trifulcas y, en resumen, ayudar a quién lo necesita.
Gijón fue la primera ciudad en recuperar el servicio de Serenos. Fue en 1999. Después, otras ciudades como Vitoria, Barakaldo, Vigo, Torrelavega o Murcia siguieron el ejemplo del municipio asturiano. Ha ido ganando peso en la ciudad, y sumando nuevos barrios a su zona de influencia, como El Coto, en 2021.
Ahora, Serenos Gijón se suma al plan contra la soledad no deseada en mayores impulsado por el Ayuntamiento de Gijón. Los serenos se suman a comercios, farmacias y agentes de la Policía Local y Bomberos, en una "red informativa altamente eficaz", según el consistorio.
Colaboración con el Ayuntamiento
Concretamente, los serenos deben informar a la Fundación Municipal de Servicios Sociales de Gijón ante posibles casos de mayores que están solos: "Nuestro papel es tener una visión mayor sobre personas mayores que, de forma no habitual o en una situación anormal, puedan estar deambulando por la ciudad de noche", ha explicado, en COPE, el administrador de Serenos Gijón, Ruperto Iglesias.
Según ha relatado, ponen en marcha "alarmas que a la Fundación de ponen en antecedentes de que puede haber algún problema con determinadas personas". Sin embargo, esta colaboración no supone un paso más en el día a día de estos vigilantes nocturnos en Gijón.
"Solemos tener muy en cuenta a personas que están deambulando por la calle; hay un protocolo para preguntarles si están bien y necesitan algo, y en función de la respuesta, actuamos al respecto", cuenta Iglesias, que añade que "también etenemos otros servicios, como recogida de medicamentos en farmacias, por ejemplo, y si vemos que hay una persona que habitualmente requiere un servicio y deja de hacerlo, encendemos la luz roja".
Serenos Gijón
La empresa de inserción Serenos Gijón nació como un plan municipal dirigido a colectivos desfavorecidos, con el que mujeres, desempleados de larga duración o inmigrantes, encontraron un puesto de trabajo como sereno. Actualmente, la empresa cuenta con una plantilla de casi 40 trabajadores, de los que una treintena son vigilantes nocturnos.
Está gestionada por ASATA, la organización representativa de la Economía Social en Asturias, y se financia gracias a un convenio municipal de colaboración entre Ayuntamiento y ASATA, cuyo importe va destinado a nóminas y seguridad social de los serenos, y a las aportaciones de cuotas de clientes privados que alcanzó, en 2019, en el XX aniversario de Serenos Gijón, los 350.000 euros.