Javier Gómez Cuesta, exvicario general: "Don Gabino fue una escuela para mí"

"Aunque era un fallecimiento esperado, estamos tristes". Así, en unas palabras, resume sus sentimientos el párroco de San Pedro de Gijón, don Javier Gómez Cuesta, tras el fallecimiento, este martes, del Arzobispo emérito de Oviedo, Monseñor Gabino Díaz Merchán.

"Para mí, fue una escuela; le debo casi todo a él. Le conocía en Comillas y siempre le he verenado porque ya destacaba por su valía. Entonces, cuando todavía estaba estudiando, ya se decía de él que iba a ser Obispo de España".

Monseñor Gabino Díaz Merchán y Javier Gómez Cuesta se reencontraron, después, en el Principado y el actual párroco de San Pedro fue Vicario General entre 1982 y 1999, con Díaz Merchán al frente de la Iglesia en Asturias. Juntos vivieron hitos para la Diócesis, como la visita del Papa Juan Pablo II a Asturias, en agosto de 1989.

"Fue, para él, la perla de la corona. Nunca vi a don Gabino tan gozoso, como cuando el Papa estuvo en Covadonga. Cuando, en un inicio, Juan Pablo II solo iba a ir a Oviedo, fue como si hubiesen destrozado todas sus ilusiones; pero finalmente, el Papa fue al Real Sitio y fue uno de sus días más gozosos", asegura Gómez Cuesta.

Como tantas otras personas, don Javier destaca el talante conciliador del Arzobispo emérito: "Ahora que tanto se habla de memoria histórica, yo siempre digo 'San Gabino de la Reconciliación, ruega por nosotros; era un Apóstol de la reconciliación; además de un hombre extraordinario, sencillo, humilde y de una grandeza interior poco común".