Va a un bar de Avilés y alucina con la forma en la que ponen el café para servirlo con hielo: "Así sí"

Con este calor apetece poco meterse en el cuerpo un café ardiendo de buena mañana y, para tratar de enfriarlo, parece que la mejor solución sea añadirle hielo. Pero muchos tienen problemas a la hora de llevar de un vaso a otro la bebida. En un bar de Avilés piensan en este tipo de personas y lo agradecen.

El café, esa bebida aromática que nos acompaña en nuestras mañanas y momentos de relax, tiene muchas formas de disfrutarse. Una de las tendencias más refrescantes y deliciosas que ha ido ganando terreno es tomarlo con hielo. En España ha sido parte de la cultura cafetera desde hace décadas.

Es una opción refrescante para aquellos que buscan una alternativa al café caliente en los días calurosos. Además, ha surgido una tendencia creciente de añadir diferentes sabores y leches a esta bebida para crear combinaciones únicas. Ahí está la moda llamada 'Cold brew', moviendo incluso franquicias por diferentes países.

A pesar de esta costumbre, lo cierto es que en muchas culturas del sur, donde el calor aprieta de verdad, se recomiendan más las infusiones bien calientes: aquellas que nos hacen sudar y, por reacción, obligan a nuestro cuerpo a refrescarse evaporando este sudor.

El café con hielo

Esta receta tiene algunos inconvenientes, como que el café se agüe. Es por lo que, siempre que puedas, se recomienda tomarlo en un vaso pequeño. Cuánto más grande sea, más tiempo tendrá el hielo para deshacerse, de forma que se produce este efecto sobre la bebida que suele desagradar a todos los consumidores.

Hay personas que lo evitan haciendo cubitos de café. Es decir, vierten el café en la cubitera y la meten en el congelador. Después, con la taza de café a temperatura ambiente, los ponen en un vaso y añaden el resto de la bebida, de forma que, cuando se deshace el cubito, es todo café.

Hay que ser conscientes de que nunca igualará a la textura y el sabor que nos deja en la parte trasera de la lengua un buen café caliente y espresso, pero sí podemos lograr que la experiencia sea óptima, en muy buena medida, con la ganancia del frío. Para el verano siempre será la mejor combinación.

Es un hecho. Cuando el sol asoma, el café empieza a caer en vasos con hielo. La bebida de siempre, la de cada día para muchos, pero más refrescante. Aunque, eso sí, antes de disfrutarla hay que pasar por un ritual que, para la mayoría, supone un reto de grandes dimensiones: pasar el café del pocillo al vaso. ¿Es posible hacerlo sin manchar?

Va a un bar de Avilés y alucina con la forma

No es frecuente encontrar por el mundo adelante el clásico gesto de volcar la taza de café en el vaso con hielo, pero en España es casi religión durante el verano. La cuestión es que, por mucha tradición que haya, no todo el mundo hace bien el traspaso de un recipiente a otro. Este joven desvela cómo en Avilés le ponen remedio.

La atrevida idea de echar el café con leche a un vaso con hielo causa en ocasiones controversia, pero no causaría problemas si todos los bares tuvieran un recipiente así para hacer este traspaso de un recipiente al vaso donde se enfría la bebida. En el bar de este pueblo de Asturias lo agradecen.