Una noche especial en el albergue Cano Mata de Oviedo

Celebrar la Navidad no siempre es sinónimo de lujo o grandes festejos, sino que puede ser una experiencia profundamente humana y solidaria. En el albergue Cano Mata, ubicado en Oviedo y gestionado por Cáritas, se está viviendo esta temporada de una manera especial, ofreciendo a quienes más lo necesitan un ambiente cálido y familiar durante estas fechas.

Durante una visita de COPE Oviedo, Patricia Balaña, coordinadora del centro, nos ha contado que el principal objetivo de Cáritas es acompañar a las personas en situación de vulnerabilidad, especialmente en momentos tan significativos como la Navidad. 

"Nuestra intención, desde Cáritas, es acompañar a quien más lo necesita. En estas fechas tan especiales, queremos hacerlo de una forma cercana, que se sientan como en casa", ha dicho Patricia, quien destaca el esfuerzo del equipo para generar un ambiente acogedor.

El albergue Cano Mata es un espacio amplio, donde cada detalle se cuida para que las personas se sientan cómodas y arropadas. Durante las festividades, el equipo organiza actividades especiales, como la tradicional cena de Nochevieja, un evento cargado de simbolismo y emociones. Según Patricia, "ese día, el 31, es su día. Los trabajadores ponemos la mesa, servimos la cena, fregamos... Hacemos todo lo posible para que ellos lo disfruten al máximo". Además, las mesas se organizan de manera diferente, promoviendo un ambiente especial en el que las personas acogidas sienten que son el centro de atención.

El día a día en el albergue

El albergue no solo ofrece techo y alimento; también brinda un acompañamiento integral. Patricia nos ha dicho: "Mantenemos una ocupación entre el 90% y el 93%. Algunos días hemos estado completos, con las 65 plazas ocupadas. A estas personas les damos un apoyo total y cubrimos todas sus necesidades, desde la alimentación hasta la ropa".

Además, el albergue dispone de una sala para personas externas que no residen allí, pero necesitan ayuda puntual. "Atendemos a una media de 35 o 40 personas en la sala de externos. Allí pueden cubrir también sus necesidades básicas", ha explicado Patricia, subrayando que este esfuerzo requiere un trabajo constante y una importante inversión económica.

Una segunda oportunidad para Luis

Entre las historias que se tejen en el albergue, la de Luis, un hombre de 54 años, refleja la lucha por la recuperación y el valor del acompañamiento. Luis ha contado en Cope: “Llegué aquí destrozado por el alcohol”, quien admite que llegó a beber hasta 70 cervezas al día. Aunque había estado 20 años sin beber, las circunstancias de su vida lo llevaron a recaer.

Luis cuenta que durante mucho tiempo pensó en pedir ayuda, pero sentía vergüenza de admitir otro fracaso. Sin embargo, finalmente encontró el valor necesario para hacerlo. "Le eché valor, vine aquí, y se me tendió una mano para ir recuperándome", ha relatado. Ahora, confía plenamente en el equipo del albergue, que le ha brindado el apoyo que necesitaba para reconstruir su vida. “He visto cómo aquí me tienden la mano que se me negó desde mi entorno”, ha expresado con gratitud.

Un trabajo conjunto

El trabajo que se realiza en el albergue Cano Mata es intenso y constante. Proveer a tantas personas de todo lo necesario, desde alimentos hasta calefacción, requiere de un esfuerzo inmenso por parte del equipo. Sin embargo, las historias de recuperación y esperanza, como la de Luis, son el motor que impulsa a quienes trabajan allí a continuar su labor.

Así, esta Navidad en el albergue no solo se celebra con cenas especiales o decoraciones, sino con gestos de humanidad y solidaridad que recuerdan el verdadero espíritu de estas fechas: acompañar, acoger y dar una nueva oportunidad a quienes más lo necesitan.